El presidente de Estados Unidos cerrará hoy su gira por el país.El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se sumará hoy a la larga lista de mandatarios internacionales que aprovecharon visitas oficiales a la Argentina para hacerse una escapada a Bariloche. El paraíso andino rionegrino está sitiado por fuerzas de seguridad y espera con gran expectativa la llegada del líder de la Casa Blanca y su comitiva.

Obama llegó al miércoles por la noche al país y ayer mantuvo una extensa agenda oficial, que incluyó una reunión privada con el presidente argentino Mauricio Macri y una cena con dirigentes políticos, empresarios y sindicalistas de la que también participó el gobernador de Río Negro Alberto Weretilneck.

La coincidencia entre la visita de Obama y la conmemoración de los 40 años del golpe de Estado cívico-militar generó fuerte rechazo en diversos sectores de la sociedad, que anunciaron manifestaciones de repudio en Bariloche. Sin embargo, la imagen del presidente de Estados Unidos en la ciudad lacustre genera grandes expectativas por el posible impacto en el turismo. "Es una oportunidad única", aseguran autoridades de la ciudad esperanzadas en que la foto de Obama con lagos y cerros detrás se replique en diversos países y atraiga turistas.

La comitiva de Estados Unidos llegará al aeropuerto barilochense después del mediodía, cuando finalice la agenda formal. Como turista, Obama viajará a Bariloche en plan de descanso. De hecho, lo único confirmado es que se alojará en el hotel Llao Llao. Incluso, hizo público que eligió el lugar "atraído por el paisaje".

Macri también viajará desde la Ciudad de Buenos Aires porque planea pasar Semana Santa en la Patagonia y haría un alto en Bariloche para sumarse a las actividades, con menor rigor protocolar.

En Bariloche se especula que habrá una visita oficial a la sede de Invap, la empresa estatal rionegrina que puso en órbita dos satélites y lidera el desarrollo tecnológico de comunicaciones y generación de energía. Allí podría realizarse el encuentro público entre Macri y Obama, el último antes de la despedida, ya por la noche, en el aeropuerto.

Ciudad convulsionadaLos barilochenses están acostumbrados a la convivencia con los turistas. Llegan en grandes contingentes de Brasil, o en los ruidosos grupos de egresados, pero en los últimos días se han visto convulsionados por la llegada de un solo hombre. Como en las películas, Estados Unidos -con apoyo de las fuerzas de seguridad argentinas- realizó un enorme despliegue de seguridad que alteró el ritmo habitual de vida de los residentes. De hecho, la tradicional avenida Bustillo no podrá recorrerse en sus primeros diez kilómetros mientras duren los operativos preventivos.

El aeropuerto está copado por aviones de la fuerza aérea norteamericana y camionetas blindadas del Servicio Secreto recorren las calles de un lado a otro. La tensión creció tras los atentados terroristas en Bélgica. A la Policía, en tanto, le preocupan los anuncios de manifestaciones de repudio a su visita, justo en el Día de la Memoria debido al apoyo que Estados Unidos brindó a los dictadores argentinos. Cientos de vecinos realizarán una vigilia en el Centro Cívico para recordar el inicio del más sangriento de los golpes de Estado que sufrió el país.

La ciudadAlta ocupación a pesar del caos

Cuando se confirmó que Barack Obama visitaría Bariloche durante su paso por Argentina, muchos operadores turísticos se preocuparon por la incidencia en el nivel de ocupación durante Semana Santa, uno de los feriados más importantes para el sector por fuera de la temporada invernal.

Expresaron que a mediano plazo, que Obama elija Bariloche era una buena publicidad, pero durante su presencia el caos podía espantar a los turistas.

Sin embargo, el nivel de reservas es elevado: el 70% de las camas será ocupado durante el fin de semana largo.

"Estamos calculando el porcentaje de ocupación sólo en relación al turismo. La visita de Obama impactará en ocupaciones por el hecho de que son más de 500 las personas implicadas en la gira, pero es una visita breve y dinámica y no la contamos", explicó el secretario de Turismo de la ciudad, Marcos Barberis.

La cantidad de camas ocupadas podría crecer a partir de hoy, con la llegada de turistas que viajen sin haber realizado una reserva previa.