Nuevo pedido desesperado del premier griego a Merkel

Nuevo pedido desesperado del premier griego a Merkel
Samaras reclamó más "aire para respirar";la canciller, distante. "Aire para respirar." Ese fue el nuevo pedido desesperado del primer ministro griego, Antonis Samaras, en su primer viaje oficial a Berlín, donde ayer se reunió con la canciller Angela Merkel, quien sin embargo no hizo concesiones.
Por el contrario, dijo que Atenas tiene que cumplir sus promesas, aunque sí se expresó a favor de que Grecia permanezca en el euro.

Desde que fue confirmado el encuentro entre los dos jefes de gobierno, y tras la reunión de Samaras con el jefe del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, a mediados de semana, quedó muy claro que Atenas buscaba pedir más tiempo para cumplir con las condiciones impuestas por la Unión Europea a cambio de dos paquetes de rescate por un total de 300.000 millones de dólares y un recorte de la deuda.

Todo indicaba ayer que Merkel también necesitaba más tiempo: ofreció su apoyo a Atenas pero a la vez pidió respetar los acuerdos con los acreedores, con un ojo en el 67% de los alemanes, que se oponen a una prórroga para Grecia y que el año que viene votarán para elegir un nuevo gobierno.

"Yo quiero que Grecia se quede en la eurozona, esto es lo que gobierna todas las discusiones", dijo Merkel apenas comenzó la rueda de prensa en común.

También le ofreció el pleno apoyo de Alemania al curso de reformas tomado por el gobierno conservador recién elegido y aseguró que Berlín no caerá en juicios apresurados acerca de Grecia. Esto último fue interpretado como la intención de aplazar cualquier decisión hasta ver el resultado de la misión de la "troika" -la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI- en Atenas, que debería producirse a comienzos de octubre.

Sin embargo, Merkel fue contundente al exigir que "a las palabras sigan las acciones" y al subrayar que "los acuerdos tienen que ser respetados". Por su parte, Samaras prometió que "Grecia cumplirá con sus promesas, ya estamos en ello", y se dijo convencido de que la "troika" comprobará los avances del país.

"Queremos salir de la crisis lo más pronto posible", afirmó. Sin embargo, acerca de las responsabilidades de la situación de su país, dijo que "nadie es inocente" en Europa.

"No queremos más ayudas financieras", reiteró. Y aclaró que lo que Grecia necesita es "aire para respirar", es decir, más tiempo. En concreto, Atenas pide dos años. A los alemanes, sin embargo, no se les escapa que "más tiempo" también quiere decir "más dinero", y con las elecciones a la vista y una gran oposición, no va a ser fácil pedirle a Merkel nuevas concesiones..

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