Metaverso

Metaverso

Por Jorge Fontevecchia

 

Otra vez no solo las encuestas sino las bocas de urnas hicieron que los canales de televisión abrieran sus transmisiones a las 18 horas informando que el Frente de Todos ganaba en la provincia de Buenos Aires, el gobierno estaba conforme con los resultados que venía obteniendo y se esperaba que un discurso de Cristina Kirchner cerrara la jornada, quien esta vez volvía de Santa Cruz para no perder el protagonismo.

Otra vez no solo las encuestas sino las bocas de urnas hicieron que los canales de televisión abrieran sus transmisiones a las 18 horas informando que el Frente de Todos ganaba en la provincia de Buenos Aires, el gobierno estaba conforme con los resultados que venía obteniendo y se esperaba que un discurso de Cristina Kirchner cerrara la jornada, quien esta vez volvía de Santa Cruz para no perder el protagonismo.

“Triunfo holgado” de 7 puntos a favor de Tolosa Paz en la provincia de Buenos Aires informaban a las 18,30 y desde Juntos por el Cambio se “reconocía” el triunfo del oficialismo bonaerense, aunque por una diferencia menor.

Al igual que en las PASO de 2019, quien tenía más presupuesto para realizar más encuestas de boca de urnas es el Poder Ejecutivo Nacional y hace dos años las bocas de urnas decían que ganaba Macri por dos puntos, pero a media noche terminó perdiendo por 16 (32 contra 48). En parte los que hacen boca de urna informan lo que quien las paga desea escuchar, también los encuestados temen decir que votan contra quien tiene el poder. El poder performativo de lo que podríamos llamar “metaverso” irradió ayer hasta a la oposición que pudo llegar a creer que estaba perdiendo cuando estaba ganando.

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El neologismo metaverso, metaverse en inglés o meta universe, es el concepto de un espacio virtual compartido que será la internet del futuro cuando la tecnología permita interactividad corporal digital: un mundo espejo. Pero el significado que se aplica hoy y aquí como metáfora de estos errores de pronósticos tanto en las PASO 2021 y 2019 alude más al concepto de relato como fantasía que el kirchnerismo llevó al paroxismo cuando directamente falseó los datos del Indec.

Eran las 20 horas Máximo Kirchner, Victoria Tolosa Paz, y Axel Kicillof salieron al estrado de su bunker a “festejar su triunfo” y a la misma hora Patricia Bullrich en Costa Salguero transmitía su alegría por los triunfos de Juntos por el Cambio en muchos distritos, aunque no en la provincia de Buenos Aires.

A las 21,15 “seguía ganado” la provincia de Buenos Aires el Frente de Todos, y hubo que esperar a las 21,40 cuando los datos dejaron de ser boca de urna y pasaron a ser del Centro Cómputos para que el metaverso –en lugar del espejo con el que sueña Mark Zuckeberg convertir Facebook en el futuro– pasara a ser un espejismo.

 

LA ECONOMIA

Despertados de la irrealidad virtual el tema pasó a lo verdadero: la economía. Antes de la derrota, cuando todavía Frente por el Cambio creía que el gobierno saldría plebiscitado positivamente, ya se pronosticaba para antes de fin de año el anuncio del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Con el resultado de las PASO de ayer parecería lógico que se adelantara el anuncio del acuerdo para antes de las elecciones del 14 de noviembre y, fundamentalmente, que si antes el Fondo Monetario solicitaba que fuera refrendado por la oposición después de la derrota del oficialismo pasara a exigirlo.

Un acuerdo con el Fondo Monetario con el apoyo de la oposición, dejaría parte de la discusión económica fuera de la grieta porque lo que prescribiría: un compromiso de equilibrio fiscal y superávit comercial, crearán condiciones de una macroeconomía más previsible.

Lo monetario no es todo, pero desde hace décadas en la Argentina los déficits financiados con inflación y/o deuda más default ocupan el centro de la escena desde 1989 a partir de la primera hiperinflación con la primera discusión sobre la imposibilidad de pago de la deuda externa.  

El desorden monetario fue en estos treinta años el campo de batalla real de la grieta: donde en cada hiperinflación, en cada default, y en casa devaluación, se produjo una transferencia de renta de uno a otro de los sectores económicos y sociales en pugna.

EL PELADO

Horacio Rodríguez Larreta es el verdadero triunfador de estas elecciones porque no solo derrotó a Alberto Fernández y a Cristina Kirchner sino que también Macri se terminó de derrotar al no lograr el triunfo de los candidatos que apoyó en Córdoba y Santa Fe además de ya haber sido desairado en la elección de los candidatos de la Ciudad y la provincia de Buenos Aires. Una muestra es que Larreta no precisó hablar tras el triunfo mientras que Macri salió por los medios mostrándose parte del triunfo.

¿Le convendrá Horacio Rodríguez Larreta ayudar a Alberto Fernández sumándose en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional permitiéndole estabilizar la economía de los dos años que le queda?

La respuesta quizás se encuentre en otra pregunta: ¿le conviene a Rodríguez Larreta que la situación social del país explote o esa situación podría crearles a candidatos extremos la posibilidades de ocupar el centro de la escena y eclipsarlo? El 14% de Milei es una espada de Damocles lo suficientemente relevante como concluir que a Rodríguez Larreta le convendría que se llegue a 2023 con un escenario político lo más parecido a lo actual.

 

LOS FERNANDEZ

Hasta el domingo se conjeturaba –probablemente con el mismo nivel de acierto que el de las bocas de urnas de las PASO– que si el Frente de Todos obtenía un resultado razonablemente positivo, Alberto Fernández se fortalecería mientras que una derrota haría que Cristina Kirchner lo insignificantizara radicalizando el gobierno: “si con la moderación no nos fue bien…”

Pero no habría que descartar lo opuesto y que el temor a que al peronismo pueda sucederle lo mismo que a De la Rúa o Alfonsín empodere a los gobernadores peronistas, abroquelándose dentro de la coalición contra el kirchnerismo y la intervención al gobierno de Alberto Fernández fuera en sentido ideológico contrario prevaleciendo la línea más ortodoxa del ministro Martín Guzmán.

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