Mariano, Gabriel, Martorelli y Amendolara, en la lucha por la sucesión

Mariano, Gabriel, Martorelli y Amendolara, en la lucha por la sucesión

Desde hace tiempo, aunque ahora con más fuerza que nunca, un rumor recorre las oficinas municipales: Pablo Bruera buscaría renovar su mandato para dejar el cargo libre en 2017. De ser así, el sillón de calle 12 sería ocupado por quien este año obtuviese el lugar de primer concejal en la nómina de candidatos oficialistas. Por eso, la elección de concejales tendría un aditivo más que especial. Varios son los nombres que desean ese puesto. En la carrera, resuenan los hermanos del intendente, Mariano y Gabriel, además de Santiago Martorelli y Valeria Amendolara.

LA OPORTUNA CASUALIDAD

Valeria Amendolara fue premiada en 2013 casi por casualidad. La negociación en pleno cierre de listas hizo que su nombre surgiera en plena tensión entre los diferentes espacios del FpV local: en Diputados habría lista de unidad, pero el apellido Bruera no podría encabezar la boleta. Por eso, Gabriel Bruera quedó como candidato a primer concejal por la boleta oficial, y Valeria Amendolara se consagró encabezando la nómina de legisladores. “No lo podía creer”, esas fueron sus palabras en los días posteriores.

Valeria se convenció de que más que casualidad había sido una lógica manera de decantar de su recorrido. Su camino por el Concejo Deliberante, en donde fue presidenta de bloque y luego presidenta del cuerpo, la llevó a pararse por encima de la disidencia en la boleta legislativa. En el rol de candidata, y posteriormente de diputada electa, comenzó a medir su imagen, a sondear una eventual nueva candidatura, y hasta osó –momentaneamente- con salir de debajo del ala de Pablo Bruera.

CON VUELO PROPIO

Amendolara pronto comenzó a tejer lazos con el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, y también con el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo. Precandidato a la gobernación y precandidato a la presidencia, respectivamente, los funcionarios tejieron un lazo con la dirigente pero nunca se pronunciaron con todas las letras sobre si ella sería o no su candidata en La Plata.

De todas maneras, Valeria comenzó a tejer un camino propio de la mano de Germán Beltrano y en la línea de Domínguez y Randazzo, tanto que hasta se alejó de los Bruera durante algunos meses del año pasado, operando notas en donde no se los mencionaba y sí, en cambio, se resaltaba su figura en sintonía con el gobierno nacional. No fue azaroso: la díscola Valeria sabía –y sabe- que su imagen de rubia platense, clase media y kirchnerista cae simpática en un sector que reniega de la imagen de los hermanos Bruera.

Pero la jugada no le salió del todo bien: el Grupo San Martín de La Plata no comulga con su figura, y Amendolara comenzó a perder lugar en la alianza con Domínguez. Por otra parte, Randazzo no se dedicó a hacer campaña con ella; evitó mostrarse a su lado y prefirió sacarse fotos con Alejandro Sabella, solo para ningunearla, aunque él no vaya ser candidato a nada.

ESA RUBIA DEBILIDAD

Los Bruera bien podrían haber dicho “ahora bancátela”, pero Amendolara ha sabido ser una jugadora valiosa del tablero local, y además sería peligrosa en la vereda de enfrente. Quizás porque sabe demasiado sobre la estructura interna. Por eso, el sector del intendente volvió a meterla bajo su ala.

Pero Valeria no perdió aspiraciones. Su éxito del 2014 cosechó frutos en su propio ego, que no está por disiparse ni por menguar. Por eso, ahora la actual diputada va por otra jugada: aunque ya no piensa en la intendencia 2015, sigue soñando con ocupar el máximo sillón del palacio municipal, esta vez sucediendo a su padrino político.

Amendolara en persona manifestó su interés de encabezar la lista de candidatos a concejales, para apostar de este modo a asumir la intendencia en 2017, cuando Pablo –se cree- tomara una licencia para llenar un potencial puesto en el ejecutivo nacional o cualquier otra salida elegante que se presente. Pero no es la única competidora.

GABRIEL, MARIANO Y SANTIAGO

El año pasado, las paredes de La Plata amanecieron luciendo una sugestiva pintada: “Es tiempo de Mariano”. Hacían alusión, sin dudas, al hermano menor del intendente, Mariano Bruera, el más polémico de los tres. El médico mandó a añadir el apellido “Suárez” (Mariano Suárez Folch, director del Mercado Central) luego de que Pablo le dejara en claro que no le divertía la maniobra. Sin embargo, este año volvió a aparecer el slogan en un video de campaña que deja en claro que Mariano no quiere seguir estando en las sombras.

Algunos dicen que la estrategia del hermano menor es ocupar el primer lugar en la lista de concejales para suceder en 2017 a Pablo, si es que este se va a algún cargo ofrecido por Daniel Scioli. Otros creen que Mariano tiene una imagen demasiado negativa como para poder figurar en una lista, y que en cambio esa misma estrategia quedaría para Gabriel Bruera, actual concejal. El cuarto en esta disputa sería Santiago Martorelli, el jefe de Gabinete que mantiene una sólida alianza con el intendente pero no pertenece, como sí los otros tres, al núcleo duro del bruerismo.

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