Mano a mano con un candidato a Presidente

Mano a mano con un candidato a Presidente

Como es habitual en esta columna elijo un tema para comentarlo, pero en especial este domingo quiero compartir con ustedes una charla que mantuve con uno de los candidatos a presidente para las elecciones de este año. 

En una linda tarde en la localidad bonaerense de Tigre, donde Sergio Massa fue intendente, tuve la oportunidad de charlar, mate de por medio, con el líder de Alternativa Federal. La situación del país, la situación de Catamarca y sus ideas para superar la crisis económica, dieron forma a la distendida entrevista.

El precandidato presidencial por Alternativa Federal, Sergio Massa, brindó una entrevista exclusiva a El Esquiú.com. en la cual se prestó a dialogar de todos los temas, con agenda abierta, y dejó importantes definiciones sobre la realidad nacional y su visión de Catamarca. Aquí, los principales segmentos de la entrevista.

- En Catamarca gobierna el peronismo, pero dentro del partido hay diferentes líneas. ¿Cuál es la que mejor representa a Sergio Massa en la provincia?

- Hoy la responsabilidad que tenemos es nacional, y en las provincias lo que tenemos que pedirle a cada dirigente, intendente, militante y gobernador, es que nos ayude a cambiar el gobierno. El gobierno de Macri fracasó y necesitamos de cada argentino que quiera cambiar el gobierno. Necesitamos construir una nueva mayoría, necesitamos construir políticas de Estado. Necesitamos que la Argentina pueda el 10 de diciembre poner en marcha un nuevo gobierno, para superar el fracaso, el ajuste y el derrotismo del gobierno de Macri.

- ¿Cómo puede lograrse que el federalismo del que todos hablan sea una realidad?

- El federalismo es real cuando las provincias y los municipios del interior tienen plata para el desarrollo local, y eso significa una profunda reforma tributaria, entender que el km 2000 y el km 0 no pueden pagar los mismos impuestos en la Argentina; porque sino no hay desarrollo de pymes competitivas. El sistema de créditos del Banco Nación tiene que estar disponible en todo el sistema financiero y en cada ventanilla de un banco de la Argentina, y no ser el negocio de diez consultoras en Buenos Aires, porque obliga a las empresas de Catamarca o cualquier rincón de la argentina a tener un amigo, un contacto o un consultor contratado para poder acceder al crédito. Tenemos que pensar el desarrollo de Catamarca viendo como le agregamos valor, por ejemplo, a los recursos minerales de Catamarca, para que no nos pase que perdemos en la economía la generación de empleo. Siempre pongo de ejemplo al trigo: vender una tonelada de trigo es vender 200 dólares y un empleo, vender una tonelada de harina es vender 400 dólares y dos empleos. Pero vender una tonelada de fideos es vender 1.100 dólares y 11 empleos. Argentina tiene que vender fideos, no trigo. El segundo elemento para ese desarrollo productivo es que las cadenas de valor agregado de los recursos minerales, naturales o primarios de cada provincia tiene que ser con desgravación impositiva, porque nos tiene que permitir ser competitivos frente al mundo. El secreto es que el trabajo catamarqueño, ya sea en el aceite o cualquier producto de valor agregado se pueda vender al mundo.

 

- En Catamarca un tema que está en la cabeza de todas las empresas es la AFIP...

- El gobierno es una aspiradora que hace trabajar a los argentinos 18 días al mes para pagarles impuestos, al comerciante, al productor, al trabajador, este es un gobierno que hizo de la mentira un culto; entonces terminó prometiendo que eliminaba el impuesto a las ganancias y duplicando la cantidad de trabajadores que pagan impuesto a las ganancias. Prometio que iba a eliminar las retenciones a todos los sectores primarios y terminó poniendo retenciones a las economías regionales y a las exportaciones de origen industrial... terminó quitándole los reembolsos a las exportaciones del puerto, terminó aumentando el impuesto de bienes personales a quienes trabajan y producen a la Argentina y no quiso aumentar el mismo impuesto a los que tienen la plata en Suiza. Es un gobierno que castigó a los que trabajan y producen, que los presionó con impuestos y premió a los que timbean, porque el modelo económico de ajuste viene acompañado de un modelo de economía financiera donde ganan los que timbean. La tasa de interés no es solo el techo para cualquier pyme de Catamarca para poder producir, es además, el premio a la timba y a la especulación.

 

- ¿Cómo puede lograr Catamarca un trato equitativo de Casa Rosada cuando apenas representamos el 0,8% del electorado?

- El problema es que no se debe mirar el federalismo en términos electorales, hay que mirarlo en términos de desarrollo federal. Hay un ejemplo muy claro, en Catamarca un poco más de 3 de cada 10 hogares no tiene internet. Es la condena a los chicos de Catamarca a no estar conectados con el mundo. ¿Porque castigar a un chico porque nació en Catamarca y premiarlo en la ciudad de Buenos Aires? Esas desigualdades se replican por cientos, en el empleo joven, en la pobreza de las mujeres y chicos menores de 14 años, en la falta de empleo, en la distribución de los programas sociales. Los catamarqueños son víctimas de la discriminación porque este gobierno prometió que iba terminar con el látigo y la chequera, pero siguio con la lógica de dar a los amigos. Basta con ver cuánto le dio a CABA y cuánto le dejó de dar a Catamarca, Tucumán, Misiones, Santiago del Estero...

 

- En Catamarca cerraron empresas históricas y se va resintiendo el empleo privado, más desde el fin de la promoción industrial.

- Los regímenes de promoción industrial tienen que ser de carácter permanente y tener una lógica de premios a medida que se va aumentando la cantidad de empleo y valor agregado. Cuando vos ponés la planta tiene que haber un premio, cuando tomaste 10 empleados el premio debe ser mayor, cuanto tomaste 30 empleados el premio debe ser mayor, cuando agregas valor en la cadena y generás más dólares para Argentina el premio tiene que ser mayor. Tiene que se un sistema de incentivos positivos. Si Argentina no tiene una reforma del sistema de impuestos, va camino a disolver su federalismo. No puede pagar lo mismo una pyme en Catamarca que una en el puerto de Rosario, porque las ventajas son distintas.

 

- ¿Qué evaluación hace de la gestión de Lucía Corpacci?

- Creo que en un contexto muy adverso para el país, eligió trabajar al lado de los catamarqueños. Se corrió de toda la discusión de carácter político y se enfocó a apostar a la promoción, la cercanía y defensa de los catamarqueños frente a un gobierno nacional que ajusta. Eso habla muy bien de ella. Habla muy bien que haya tenido la virtud de sentarse en la mesa a discutir temas con el gobierno, pero también haya tenido la firmeza de enfrentarlo en los momentos que el gobierno quiso llevar por delante los derechos de los más vulnerables. Hoy la obligación que tenemos Lucía, yo y cada uno de los dirigentes de la oposición, es defender a los argentinos de un ajuste que está destruyendo el tejido social de la clase media y trabajadora argentina, que está destruyendo la capacidad de compra de los jubilados, que está demoliendo la idea del mercado interno y que solamente beneficia a las diez empresas amigas del presidente, las venden luz, gas, petróleo, las que ven el resultado de las medidas de gobierno en la bolsa de Nueva York.

- Toda la oposición habla de unidad, pero ¿hay alguien dispuesto a ceder su candidatura en pos de esa unidad?

- Yo quiero liderar, pero si soy un obstáculo para que en la Argentina haya un nuevo gobierno, estoy dispuesto a ceder. Lo que no estoy dispuesto a ceder es la construcción de políticas de Estado, de un gran acuerdo por Argentina, de compromisos para los próximos 20 años. Tenemos que tener la capacidad de mostrar a los argentinos que estamos dispuestos a defenderlos y no simplemente que hay una pelea de cartel para ver en la marquesina del teatro qué lugar ocupa cada uno. Si a mí me toca ocupar un lugar porque la gente me lo da, me lo reconoce o me lo pide, bienvenido... sino, con la misma fortaleza, firmeza y la misma responsabilidad voy a trabajar para devolverle la esperanza a los argentinos; pero sobre todo la idea de un país donde el trabajo, la producción y la educación están en el centro de las decisiones de la política.

Viene un año difícil, hay mucha gente que está sufriendo, hay mucha gente desilusionada por el fracaso de un gobierno que les mintió y les prometió lo que no cumplió; pero que nuestra obligación es transformar ese dolor, esa bronca, esa resignación, en esperanza porque fracasó Macri, no la Argentina.

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