En algunos supermercados, al momento de pesar la de tipo repollada, la mojan para que sea más pesada.
Vecinos alarmados ante las inminentes subas que sufrieron los productos naturales advirtieron a EL LIBERTADOR que en algunos locales deben absorber el sobreprecio que se aplica debido a que los vendedores se las ingenian para que la mercancía pese más.
Entre algunos de los ejemplos, una mujer comentó que en algunos supermercados de cadena local "mojan la lechuga repollada al momento de pesarla en la balanza, por lo que pesa más de lo que debería y se traslada directamente a su valor". De esta manera, el kilo termina costando cerca de 20 pesos, cuando los carteles e indicadores señalan que vale cerca de 17.
La jugarreta explicada por la vecina no sólo afecta a los valores del producto, sino que además también a su conservación. En este sentido, la vecina del barrio Centro manifestó que "al estar mojada por dentro, la lechuga repollada dura menos días, ya que el interior permanece húmedo y se pudre antes de tiempo".
A diferencia de la lechuga conocida como criolla, que cuesta un poco más de diez pesos por kilogramo, que debe mantenerse constantemente rociada con agua, la del tipo repollada no necesariamente debe lavarse para que se mantenga, aunque en algunos locales lo aplican aparentemente para así obtener una ganancia colateral.
ESPECULACIÓN COMERCIAL
Desde que comenzaron a elevarse los costos para los consumidores finales de las verduras, las razones oscilan entre las heladas que afectaron a la provincia o la especulación que aplican los comerciantes.
Más allá de que los productores agrícolas aseguraron que las condiciones climáticas generaron estragos en los campos, en algunos productos como la lechuga también está presente el interés comercial. En este sentido, destacaron que con el valor a diez pesos por kilo se genera la rentabilidad necesaria, pero que en las góndolas se supera el costo mencionado, afectando la economía de los consumidores.
Subas constantes
Desde principios de julio, desde el sector consumidor, así como del sector vendedor, alertan sobre las subas que sufrieron los productos naturales como el tomate, el zapallito, el choclo y la lechuga.
Si bien diversos productores fueron optimistas ante cada incremento de las verduras, la realidad es que mes a mes fueron constantes, llegando a afectar a las cantidades compradas por verduleros y revendedores de las mercaderías.
Desde el sector agrícola señalaron que para fines de noviembre los costos de algunos podrían normalizarse, aunque las intensas heladas afectaron la cosecha hasta el punto de que se extenderán las consecuencias pese a la mejora de las condiciones climáticas. De esta forma, como con mercaderías de otros rubros, los consumidores deberán buscar alternativas para sustituir el consumo de algunas verduras.
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