Nacido en enero de 1977, Juan Ignacio Suris se presentaba a sí mismo como "comerciante" o, más coqueto, como "empresario". Pero pocos sabían con certeza a qué se dedicaba en Bahía Blanca. Hasta que comenzó a llamar la atención. Según la Justicia, Suris no tiene una actividad que explique su nivel de vida
Esas empresas quedaron bajo la lupa de los sabuesos de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), que detectaron inconsistencias cada vez más groseras a medida que Suris mejoraba su posición económica y comenzaba a florearse con sus contactos. Algo que repitió al declarar, ya en condición de detenido y acusado de narcotraficante, ante el juez federal Santiago Martínez. "Suris ha reconocido conexiones policiales y gubernamentales [de alta fuente]", remarcó el magistrado, al disponer su procesamiento, el 30 de enero.
Su salto a la fama pública había ocurrido dos meses antes, cuando la policía detuvo al supuesto valijero Leonardo Fariña por manejar una camioneta BMW X6 con papeles adulterados y pedido de secuestro, que pertenecía a Suris.
Pocos días después, Suris se presentó ante la Justicia como dueño de esa camioneta para confirmar que se la había prestado a Fariña, que lo definió como su mejor amigo.
Por entonces, Suris ya había dejado atrás su matrimonio y se presentaba como pareja de la vedette Mónica Farro. Por entonces, también, ya se lo investigaba por narcotráfico, por la emisión de facturas truchas por millones de pesos y por lavado de activos, Y no le había encontrado, recordó el juez, "una industria legal, un oficio, una profesión o una actividad" para justificar su "pasar económico más que holgado".
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