Jefe comunal de Paso Viejo: “El pueblo está muy dividido"

Jefe comunal de Paso Viejo: “El pueblo está muy dividido

Darío Heredia contó que se vive una situación “muy tensa”, porque uno de los policías imputados por el crimen vive en la localidad. “Habrá que trabajar mucho para que vuelva la armonía”, declaró a Cadena 3.

Continúa la conmoción en la pequeña localidad cordobesa de Paso Viejo, donde policías dispararon con balas de plomo a un grupo de jóvenes que estaban reunidos en una plaza, lo que dejó el saldo de un adolescente muerto y otros dos heridos. 

El jefe comunal, Darío Heredia, admitió que se viven horas "muy tensas" luego del velorio de Joaquín Paredes, de 15 años, y sostuvo que el pueblo, que tiene aproximadamente 2.000 habitantes, "está muy dividido".

"Es difícil volver a la normalidad y habrá que trabajar mucho para que vuelva la armonía en Paso Viejo. Está todo en manos de la Justicia y esperemos que esto se aclare lo más rápido posible para llevar tranquilidad a la familia de la víctima", dijo a Cadena 3.

Precisó que hay una situación "muy difícil", porque uno de los policías imputados por el crimen del adolescente vive en la pequeña localidad. "El pueblo está muy dividido", lamentó.

Heredia contó que decidió acompañar a la familia Paredes porque es un momento "muy duro". "Hay que estar en el lugar de ellos, perdiendo un hijo de esa manera. No hay palabras ni condolencias para fortalecer a esa familia", expresó.

El dirigente, por otro lado, negó que en Paso Viejo se hayan vivido situaciones similares, tal como denunció uno de los testigos del suceso ocurrido el domingo por la madrugada.

"Nunca tendría que haber tirado. Es como digo: aquí metió la cola el diablo, porque no sé qué le pasó a ese muchacho (por el agente que disparó). Es muy lamentable y triste; es un pueblo que somos todos familia", declaró.

Explicó que la localidad, ubicada en el departamento Cruz del Eje, en el noroeste provincial, cuenta con una subcomisaría, la cual tiene dos guardias permanentes por turno. Sin embargo, el domingo por la mañana solicitaron refuerzos de Villa de Soto y Bañado de Soto. 

Por último, defendió el accionar de la enfermera del dispensario local, quien fue acusada por la familia y testigos de negarse a atender a los adolescentes heridos.

"El centro de salud está abierto las 24 horas, pero después de las 00 mantiene las puertas cerradas. Cuando ocurre el disturbio, los chicos entraron, empezaron a romper todo y ella, del miedo, se encerró en el baño. Después salió y atendió a todos", concluyó.

 

Entrevista de "Viva la Radio".

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