El ISIS resiste: utiliza “chicos-bomba” y civiles como escudos humanos en Mosul

Guerra al terrorismo. Es la estrategia con la que el grupo terrorista busca frenar la ofensiva aliada en su bastión de Irak. “Será una batalla difícil”, dijo Obama.

Los yihadistas del ISIS demostraron que están dispuestos a cometer una masacre antes de perder Mosul, su bastión en Irak. Para resistir la ofensiva lanzada por las tropas kurdas e iraquíes, respaldadas por Estados Unidos y países regionales, están utilizando a la población como escudo humano y lanzando atentados suicidas con chicos y adolescentes.

El operativo militar para arrebatarle esta ciudad clave a los fundamentalistas, que comenzó el lunes con el despliegue de más de 25.000 combatientes, se aletargó ayer a medida que las fuerzas iraquíes y kurdas llegaban a aldeas pobladas por civiles. La pausa tuvo como objetivo central evitar matanzas generalizadas.

“No se está viendo un éxodo masivo de civiles y eso es porque están siendo retenidos de manera forzada. Sabemos que los están utilizando como escudos humanos”, dijo el vocero del Pentágono, capitán de navío Jeff Davis.

En la primera y segunda jornada de ofensiva se consiguió liberar 200 kilómetros cuadrados de manos de los yihadistas. Los peshmerga kurdos aseguraron haber recuperado nueve pueblos al este de Mosul. Claro que sólo es una parte mínima si se tienen en cuenta que hay alrededor de 70 aldeas rodeando la ciudad.

El problema con el que se encuentran los combatientes es que los extremistas instalaron artefactos explosivos en todas las localidades y rutas de la región. Esto hace que el avance de las tropas sea muy difícil.

El otro método para detener la ofensiva militar de la coalición son los ataques suicidas con camiones–bomba o chalecos de explosivos. En este último caso se hizo frecuente la utilización de chicos forzados por los extremistas a inmolarse.

Pese al difícil escenario, las autoridades militares se muestran optimistas con lo logrado hasta el momento. “El operativo se desarrolla de acuerdo a los planes y hemos tenido gran éxito’’, dijo el teniente general del ejército iraquí Qassim Al–Maliki. “El enemigo va en retirada, pero está dejando pequeñas unidades de tres o cuatro efectivos, y las estamos barriendo”, explicó.

Khathar Sheikhan, coronel peshmerga, señaló que por ahora ellos “están reteniendo posiciones” y que la incursión en territorio yihadista queda en manos de las fuerzas iraquíes: “El ejército iraquí ahora avanzará más allá de las zonas que controlamos”.

El avance de ambos ejércitos es respaldado por bombardeos estadounidenses e intensos ataques de artillería. El vocero de la coalición liderada por Estados Unidos, el coronel John Dorrian, dijo que la operación procede de acuerdo al plan y que las fuerzas iraquíes están logrando “un progreso excelente”. “Las tropas están avanzando sobre varios frentes en torno a la ciudad. Algunos comandantes han cumplido con su misión antes de lo planeado tras toparse con resistencia ligera o moderada”, indicó.

El presidente estadounidense, Barack Obama, admitió que la operación para liberar la ciudad iraquí será larga y complicada. “Mosul será una batalla difícil. Habrá progresos y habrá retrocesos. El ISIS sigue a la defensiva, nuestra coalición está a la ofensiva y, aunque esto siga siendo una batalla muy difícil, estoy seguro de que ganaremos y el ISIS perderá”, sostuvo.

El mandatario, basándose en informes de inteligencia, señaló que los extremistas “siguen teniendo capacidad para llevar a cabo o inspirar ataques terroristas como los que hemos visto en Cercano Oriente, el Norte de África, Estados Unidos y Europa”. Por ello Obama pidió una gran cooperación de los servicios de inteligencia y de control de fronteras a nivel internacional.

El operativo militar de la coalición generó roces con Siria. Las Fuerzas Armadas de ese país vecino señalaron que muchos yihadistas están atravesando la frontera y se están refugiando en el territorio que aún controlan en Siria. Inclusive denunciaron que las fuerzas iraquíes están dejando un corredor libre para que los extremistas salgan de Irak.

Más allá de los combates, el gran temor de esta guerra es la catástrofe humanitaria que puede desencadenar. Se cree que en Mosul hay un millón de civiles. “Hemos hecho planes y puesto la infraestructura para tratar con una potencial crisis humanitaria”, reconoció Obama.

El vocero de Naciones Unidas, Stephane Dujarric, dijo que se estima que unas 200.000 personas podrían ser desplazadas en las primeras semanas de la ofensiva, cifra que podría aumentar significativamente en los días siguientes.

La pérdida de Mosul, cuna del “califato” autoproclamado del ISIS y elemento central de su propaganda, sería un golpe fatal para el movimiento yihadista. Cuando su líder Abu Bakr al Baghdadi proclamó la instauración de un “califato” en los territorios conquistados en Irak y Siria, el grupo invitó a los musulmanes de todo el mundo a comprometerse para defender el nuevo “Estado”.

Pero dos años después, tras haber perdido varias posiciones estratégicas en ambos países, el proyecto de los yihadistas está en decadencia. La pérdida de Mosul podría sellar su suerte.

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