Intendentes - organizaciones sociales: un pacto para (con)vivir en la crisis

Intendentes - organizaciones sociales: un pacto para (con)vivir en la crisis

Arroyo lanzó un plan para garantizar la cuarentena en las villas con un esquema de trabajo entre distintos sectores. De fondo, la disputa por el manejo de recursos y territorio.

Por: GABRIELA PEPE.

El cumplimiento de la cuarentena en los barrios más vulnerables es, desde el comienzo del aislamiento, una de las mayores preocupaciones del Gobierno. Con la certeza de que evitar la circulación comunitaria es en la práctica imposible, el Ministerio de Desarrollo Social puso en marcha un plan que articulará el trabajo conjunto de intendentes y organizaciones sociales y sellará, por ahora, la paz entre sectores que disputan recursos y territorio.

La iniciativa se llama "El barrio cuida al barrio" y su sistema de funcionamiento formó parte de las conversaciones que mantuvieron el miércoles en el edificio de Desarrollo Social el ministro Daniel Arroyo, intendentes oficialistas y opositores del conurbano, organizaciones sociales y representantes de las iglesias, nucleados en un comité de crisis para enfrentar el coronavirus. En síntesis, plantea un esquema de convivencia entre todos los actores, que harán un trabajo conjunto para garantizar que los habitantes de los barrios humildes puedan hacer la cuarentena sin salir de su hábitat.

El plan pone el eje en las necesidades alimentarias, de trabajo y de salud y supone el trabajo coordinado de promotores comunitarios -que pueden pertenecer a las organizaciones sociales o responder a los intendentes, según el caso-, la instalación de carpas sanitarias y el manejo de pequeñas obras públicas dentro del mismo barrio.

Esta coordinación descansa sobre un acuerdo político, articulado por el Gobierno, entre las organizaciones sociales y los intendentes, y un alto el fuego en las disputas previas. "En definitiva, supone que los movimientos reconozcan que los intendentes representan la institucionalidad del lugar y que, a su vez, los intendentes reconozcan que las organizaciones manejan un pedazo de ese territorio", sintetiza un dirigente social que sigue de cerca las conversaciones.  

El acuerdo viene a tratar de zanjar una disputa histórica por el manejo de los recursos en los barrios que tiene varios capítulos y que en las últimas semanas quedó expuesto con la purga interna que debió hacer el ministro Arroyo tras el escándalo por los sobreprecios en la compra de alimentos. El área estaba bajo el control de un funcionario ligado a los intendentes. El episodio le dio a Arroyo el motivo para hacer una purga interna y un rediseño en el sistema de compra de alimentos del ministerio. El ministro eliminó a los intermediarios y avanzará ahora con la compra de 12 toneladas de alimentos directamente a los productores. El reparto de los alimentos es la prioridad número uno del plan "El barrio cuida al barrio" durante la pandemia.

Antes del coronavirus, otro tema ligado a los alimentos había generado tensión. Al asumir, Arroyo lanzó la tarjeta Alimentar para las familias de más bajos recursos. El sistema cumplió con el primer objetivo de eliminar a los intermediarios y transferir el dinero directamente a los beneficiarios. Pero la distribución de la tarjeta quedó en manos de los intendentes, lo que provocó la molestia de las organizaciones sociales, que militan el territorio y tienen una pata dentro de la cartera social y varias oficinas en el edificio recorta la avenida 9 de Julio.

Ya en cuarentena, el Ministerio firmó un acuerdo de transferencia de fondos a los municipios para la compra de alimentos y artículos de limpieza. El reparto quedó, otra vez, en las manos de los jefes comunales. Escándalo mediante, el ministro retomó el control de la situación. Arroyo puso a su gente a controlar la compra de alimentos y acordó con intendentes y organizaciones el trabajo conjunto en los barrios.

Por ahora, se focaliza en la implementación del programa que tiene como objetivo evitar que la gente de los barrios humildes se movilice. Para eso trabajarán promotores comunitarios, comedores y merenderos. El primer objetivo será garantizar la asistencia alimentaria. También habrá acompañamiento especial a personas consideradas de riesgo en el coronavirus y se instalarán carpas sanitarias. En eso trabajan los intendentes el conurbano y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires junto con las organizaciones, según la presencia de cada uno en el territorio.

Por último, se atenderá el pedido que hicieron los curas villeros sobre la necesidad de dar trabajo a la gente de los barrios, aunque sea a través de la pequeña obra pública. Según pudo saber Letra P, la administración de esa línea, quedará en manos de Emilio Pérsico, del Movimiento Evita, y de los movimientos sociales.

Para más adelante, quedará el otro objetivo que el ministro se fijó cuando asumió: controlar qué compran y cómo los 12 mil comedores que hay en el país.

Comentá la nota