El proyecto de presupuesto presentado por el gobierno de Axel Kicillof para el año que viene sigue en stand by. Tras las exposiciones de Alberto Sileoni, Nicolás Kreplak y Cristian Girard (por el proyecto de ley impositiva) el tratamiento en la Legislatura Bonaerense se frenó. En cambio, la disputa por ley de leyes pasó al ámbito del Ejecutivo y los intendentes que tienen sus propias miradas y necesidades económicas. Es en este contexto que se volvió a reunir el Foro de Intendentes radicales.

Los alcaldes de la Unión Cívica Radical ratificaron sus demandas para apoyar el presupuesto 2023: $50 mil millones para el Fondo de Infraestructura Municipal (FIM), $32 mil millones para el Fondo de Seguridad y la cancelación de la deuda del Instituto Obra Médico Asistencial (IOMA). Sin embargo, el principal reclamo es que haya "agilidad de desembolsos y aprobación de proyectos" vinculados al FIM. La incorporación de estas cuestiones será determinante para que el proyecto sea acompañado por los legisladores de Juntos por el Cambio.

El FIM no está incluido en la ley de leyes 2023 porque la decisión del gobierno provincial fue negociarlo directamente con los mandatarios locales. A lo largo de noviembre, el jefe de Gabinete, Martín Insaurralde, fue el encargado de esas conversaciones por lo que se espera que él realice la próxima convocatoria aunque hasta ahora no hay encuentros confirmados.

La reunión de los boina blanca estuvo encabezada por el jefe comunal de Trenque Lauquen, Miguel Fernández, y por el diputado bonaerense, y presidente del comité radical de la Provincia, Maximiliano Abad. Ambos coincidieron en la necesidad de mantener abierto el diálogo con el gobierno de Kicillof, con el que ya han tenido instancias de negociación, para lograr estas modificaciones. "Quedamos a la espera de las nuevas reuniones que tengamos para avanzar y definir lo conversado", sentenció ayer Fernández.