Los industriales perdieron optimismo en agosto. Esa es la conclusión del informe del Índice de Expectativas Industriales (IEI), realizado durante el mes que acaba de terminar por la Universidad Argentina de la Empresa (UADE). Si bien hubieron algunas mejoras respecto a las perspectivas en materia de productividad, las de empleo continúan en niveles deprimidos y el IEI cayó en términos generales a 47,1 puntos (había arrojado 48,7).

El IEI describe las perspectivas para los próximos tres meses por parte de las industrias. Con respecto de julio cuando estuvo en 48,7 puntos, ambos niveles por debajo de 50 que es la línea que separa a las perspectivas de contracción de las de expansión. Así, las perspectivas contractivas se vienen manteniendo desde mayo del 2018, al comienzo de la crisis cambiaria que signo a los últimos dos años de la gestión Cambiemos. La pandemia sólo prolongó aun más el panorama pesimista.

"Esta caída se debe a una leve reducción de expectativas positivas. Dicha disminución en el optimismo se traslada a perspectivas de que la situación se mantendrá sin cambios", dice el informe de la UADE.

Con 24,9 puntos, el peor nivel en la seria había sido registrado en abril (el piso de la crisis) y desde entonces se había dado un rebote sostenido, pero en agosto hubo un nuevo descenso.

"La caída de agosto se debe principalmente a la reducción en las expectativas sobre la producción futura y en la utilización de la capacidad instalada", dice el informe. Además, señala que las expectativas sobre la evolución de la dotación de personal se mantienen en niveles bajos (37) y muy lejos de la zona de recuperación.

En cambio, las expectativas sobre la producción esperada (50), las Horas trabajadas (50,8) y sobre la utilización de la capacidad instalada (50,5) se encuentran en valores que indican niveles de expansión de la actividad industrial.

Los datos surgen, principalmente, de la Encuesta Mensual Manufacturera de la Empresa (EMME) realizada a managers de empresas industriales.