La industria del tabaco avanza en su transformación

La industria del tabaco avanza en su transformación

Philip Morris Internacional avanza con el reemplazo de los cigarrillos convencionales por un dispositivo que reduce las sustancias nocivas. Qué dice la FDA

 

La tendencia a la sustentabilidad se va haciendo fuerte también en una industria tradicional como la del tabaco. Es el caso de Philip Morris Internacional, una compañía líder a nivel global con 6 de las 15 marcas más importantes –como Marlboro-, que viene apostando a la investigación científica para el desarrollo de “un futuro libre de humo”. La empresa acaba de publicar su quinto reporte de sustentabilidad (Integrated Report), en el que releva los avances del último año y establece metas y líneas de acción en cuanto a innovación y resultados.

 

El reporte profundiza en 4 pilares de acción de Philip Morris: innovar para obtener mejores resultados; operar con excelencia; cuidar a sus colaboradores y proteger al medio ambiente. En el primer eje de la propuesta se asienta el mayor cambio para el mercado mundial en el que viene trabajando la compañía desde hace más de 10 años: los productos libres de humo que reemplazan a los clásicos cigarrillos y que representan un beneficio para aquellos adultos que no logran evitar el consumo y de cualquier forma seguirían fumando.

El estudio sobre el impacto en la salud de esta categoría de productos, que ya se venden en varios países, es clave. Mientras que las estimaciones oficiales de la OMS determinan que para 2025 continuará habiendo más de 1000 millones de fumadores en el mundo, estas nuevas alternativas se perfilan como opciones concretas para este grupo de fumadores adultos que de otra forma, continuarán fumando. Desde la industria se impulsa a nivel global la transformación pero dicho cambio no será tal si no se logra articular, conversar y dialogar con todos los grupos de interés involucrados.

El producto que reemplaza al cigarrillo convencional es el IQOS, un dispositivo que calienta el tabaco a una temperatura lo suficientemente alta para liberar un vapor que contiene nicotina, pero al no crear combustión reduce significativamente los componentes nocivos del humo del cigarrillo. Actualmente, ya son más de 10 millones de personas las que han migrado hacia este producto.

Esta solución parece abrir una oportunidad para los Estados de avanzar en regulaciones destinadas complementar y reforzar la reducción de los daños causados por el tabaco. De hecho, en julio último la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) -un faro en materia de regulaciones- aseguró que el producto alternativo de la compañía, IQOS,  reduce la exposición de los fumadores a las toxinas producidas por los cigarrillos. Tras el análisis de las investigaciones presentadas por la compañía, la Agencia –que ya el año pasado autorizó su comercialización en EE.UU.- lo consideró como un “Producto de Tabaco de Riesgo Modificado” (MRTP), diferenciando así su impacto. En muchos países del mundo existen regulaciones diferenciadas para estos productos. En el caso de la Unión Europea, por ejemplo, a través de la Directiva de Productos de Tabaco, ha integrado el concepto de reducción de daño en su política de salud pública.

En la Argentina, Philip Morris está representada por Massalin Particulares, y la expectativa es poder avanzar con el mismo plan global de transformación de la industria. “Nuestra industria, como muchas otras, es una industria en transformación. Creo que el principal desafío para los próximos años a nivel global, es continuar trabajando en alternativas de riesgo reducido para dar respuesta a los más de 1000 millones de fumadores que existen hoy en día en el mundo y poner también a disposición esta alternativa en la Argentina”, sostuvo Matías O’ Farrell, Director de Asuntos Externos para el South Cluster y Vicepresidente de Massalin Particulares.

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