Impuestos: automotrices esperan que el Gobierno flexibilice la ley

Impuestos: automotrices esperan que el Gobierno flexibilice la ley
Apuestan a que con la reglamentación se tengan en cuenta algunos de sus reclamos.
Un poco de resignación y mucho de esperanza. Así estaban ayer las automotrices. Por un lado, permanecieron todo el día en línea con el Senado, donde anoche se trataba el proyecto de ley que eleva los impuestos internos a los autos de más de $ 170.000. Por otro, esperaban la prometida respuesta por escrito a los planteos que el viernes le hicieron al jefe de Gabinete: por los impuestos pero también por la orden oficial de reducir 20% el uso de divisas en el primer trimestre de 2014 y las demoras en las autorizaciones para importar. La carta de Jorge Capitanich no llegó, pero las empresas todavía apuestan a que, una vez que salga la ley, el Gobierno flexibilizará algunos aspectos mediante la reglamentación u otra norma.

La ley incrementa los impuestos internos para autos, motos, aeronaves y embarcaciones. El gravamen –que era de 10%– subirá a 30% para los coches de entre $ 170.000 sin impuestos (son los de $ 234.000 en las concesionarias) y $ 210.000 ($ 295.000). Y a 50% por encima de ese valor. Como el impuesto interno se calcula de una manera especial, cuando la tasa nominal es de 30%, la real termina siendo de 42%, mientras que en el caso de 50% se convierte en 100% efectiva. Por eso, cuando el Gobierno anunció el incremento, las terminales anticiparon que los autos iban a duplicar su valor y cerrarían concesionarias. Según las agencias, el gravamen afecta a 55% de los 220 modelos que hoy se ofrecen. El objetivo oficial es frenar la salida de divisas por la importación de autos caros, que se vendían al dólar oficial.

Las versiones más pesimistas aseguran que desde la Secretaría de Comercio dejaron trascender que harán cambios solo una vez que entre en vigencia la ley y si comprueban que efectivamente hay un daño evidente en el sector. Y que ya está descartada la posibilidad de que la norma no abarque a los vehículos que estaban ya en camino o con DJAI (Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación) aprobadas.

Pero algunas de las terminales creen que hay chances de que el Gobierno atienda otros dos reclamos. Por un lado, que modifique una normativa aduanera que hace que los autos importados paguen un anticipo del impuesto interno con un cálculo que difiere del final y, en consecuencia, llega a que abonen el gravamen modelos que no deberían hacerlo (y una vez pagado no tiene devolución). Por otro lado, las empresas pidieron que se realicen actualizaciones de los valores de los autos, atentos a que los precios vienen subiendo 2 a 3% por mes y muchos modelos que hoy no superan los $ 170.000 podrían sobrepasar ese valor en poco tiempo. Saber que habrá una actualización le aclara el panorama a muchas terminales que hoy dudan si ponerle fichas a un modelo que en un par de meses puede duplicar su valor y quedar fuera de mercado.

Las compañías creen que el impuesto, sumado al pedido oficial de que se reduzca 20% la importación y la aceleración de la devaluación puede hacer que las ventas caigan. Se habla de bajas de 10% a 30%.

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