El ingreso de productos que compiten con los de fabricación nacional y el encarecimiento de los costos productivos alientan la desindustrialización y el desempleo.
A un mes de la victoria electoral de Milei durante los comicios intermedios, nada cambió para la economía real. Estas últimas semanas se encadenaron cierres y despidos en distintas fábricas: en Pilar, Whirlpool echó a 300 trabajadores y cerró la planta inaugurara hace apenas tres años -en 2022-, donde invirtió 52 millones de dólares, con la idea de exportar el 70 por ciento de la producción y fabricar 300 mil unidades por año. En Venado Tuerto, Corven Amortiguadores y Corven Moto dejaron en la calle a más de 100 personas y Essen a otras más de 30; en Pergamino y en Temperley, Frávega bajó las persianas y avanzan las versiones sobre 100 nuevas cesantías en los próximos días. La gestión nacional desarma el tejido industrial: entre Shein, Temu, Amazon y Aliexpress despacharon al país, en octubre, el récord de más de 4.000 productos. Ese sistema de compras trepó 237 por ciento interanual.
El achique del personal, según argumentan los empresarios, está vinculado a la caída de ventas. La caída de ventas es consecuencia de paritarias y jubilaciones planchadas. La merma en las ventas impulsa la reducción en la producción de manufacturas. Llegan los despidos y cierres. Finalmente, los despidos y cierres afectan aún más al consumo interno.
Otros factores claves para el desarme fabril son la apertura radical de las importaciones, que estimula el ingreso de productos fabricados a nivel local, y la aparición de un horizonte claro: el sector financiero continuará como el favorito de la administración, cuya orientación se basa en la especulación y renta.
Como anticipó este diario en la nota Empresas que caen como moscas, la lista crítica también abarca a Dana, una firma de origen estadounidense que anunció el cierre definitivo de su planta en Naschel, San Luis, y despidió a 50 empleados; a la sueca SKF, que se fue con 150 despidos; a la textil Luxo, a la fábrica de calzados Vulcalar y a la productora de paneles solares Solartec, que abandonaron La Rioja. Entre las tres se perdieron más de 150 puestos directos.
“Los empresarios se vuelven importadores porque producir acá les da pérdida, con este Gobierno”, advirtió el secretario general de la UOM Venado Tuerto, Diego Olave.
Desde que Milei está a cargo del Ejecutivo, por día cierran 30 empresas y, en total, se destruyeron 276.000 puestos de trabajo registrados. Los datos surgen del último relevamiento de CEPA que abarca hasta el mes de agosto.
La industria en el freezer
En Pilar viven 400.000 personas. Milei perdió los comicios de medio término por apenas 1.184 votos. Y el Parque Industrial se desangra: en lo que va del año 1500 operarios perdieron su empleo.
Con el despido de 300 trabajadores, Whirlpool acaba de cerrar de forma intempestiva, pero el contexto ofrece indicios en continuado.
La multinacional estadounidense Magnera, líder en la producción de materiales no tejidos y films para artículos de higiene absorbentes se fue: dejó a 60 personas sin su puesto laboral. Lo mismo ocurrió con Kimberly-Clark, que echó a 80 trabajadores; con Kenvue -ex Johnson & Johnson, que cesanteó a 130 y anunció importaciones desde su planta en Brasil. Otras que agrandaron la catástrofe de la desocupación en esa zona son griferías FV, Akapol, FARA y laboratorios Sidus.
Olla a presión
En Venado Tuerto viven 100.000 personas. Milei ganó con más del 75 por ciento de los votos en la mayoría de las mesas. El Parque Industrial se desangra.
“Es algo de toda la industria, los empresarios están viajando a China”, señaló Olave y opinó que el esquema del Gobierno reemplaza la fabricación local por el ensamble: “va a generar muchísimo desempleo”, lamentó.
La tradicional compañía de ollas Essen es otro símbolo de la crisis. “Hubo 34 bajas, de las cuales 17 son empleados de planta permanente. Las demás personas son trabajadores eventuales, pero desde hace tres meses Essen se viene achicando en personal, de a cuatro, de a cinco, de a dos. A estas 34 se le suman aproximadamente 58 personas”, explicó Olave.
El panorama que describe se vuelve más desolador. Agrega: en los últimos seis meses “hubo 120 bajas en Corven Motos, 30 en Corven Amortiguadores, y cerró Arte Metal que fabricaba casilla. Otros 15 trabajadores quedaron sin fuente de sustento”.
Un comunicado de Essen plantea que los despidos “no están relacionados en lo más mínimo con la fabricación importada de productos, sino exclusivamente con la baja de la demanda”. Sin embargo, los trabajadores afirmaron que la empresa comenzó a sustituir parte de su fabricación local.
Los “made in” avanzan
En octubre el ingreso de mercadería desde otras latitudes tocó cifras récord. Más de 4.000 productos, en su gran mayoría despachados por las plataformas chinas online, como Shein y Temu.
Los más comprados fueron alimentos, bebidas, artículos de higiene, bazar, indumentaria, calzado, electrodomésticos e instrumentos musicales.
Un conflicto latente
Lo que ocurre en el sur santafesino, en el conurbano o en Pilar, no es excluyente de esos lugares. En cambio, es la característica principal de la gestión Milei: reprimarización de la economía, ventajas comparativas para las actividades extractivas y financieras, deseindustrialización, salarios anclados y destrucción del consumo interno.
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