“La extracción de petróleo se hace de las rocas, no del fondo del mar, a dos o tres mil metros. Escuché mucha desinformación de varias organizaciones que son falsas. Dicen que con la sísmica se mueren los peces. Frente a la provincia de Buenos Aires se hicieron miles en los últimos años y con una onda de sonido que se emite para recibir una señala y hacer un mapa del suelo, no se daña nada. Después de los mil metros desde el barco no se ve nada”, dijo.

Y añadió que “cuando muestran fotos de peces muertos, es mentira, porque incluso en las inmediaciones de Tierra del Fuego, desde donde se explota desde hace años, nunca se dañó a nadie. Además, ya tenemos 300 pozos perforados frente a las costas bonaerenses. Por otra parte, esta posible exploración queda a unos 300 kilómetros de Mar del Plata, pero en realidad de otros municipios también. Además, a 300 kilómetros de la costa no hay nada que se pueda ver”.

En este marco, Iguacel relacionó las acciones de exploración que se pretenden llevar adelante en la zona con lo que ocurrió a finales de los años 90 en las costas de Brasil. “Esto mismo les permitió tener autonomía energética a nuestros vecinos  y Río de Janeiro pasara a tener un ingreso por la industria petrolera con sueldos enormes, similar a los del a industria turística”, detalló.

“Ni la perforación, ni la sísmica generan impactos ambientales. Podría darse un accidente, como la explosión de un caño o en un barco, pero como ocurre con un avión que se cae. Son pocos y contados con los dedos de una mano. De darse, es muy complejo que puedan llegar los daños a la costa marplatense. Es más, cuando pasó en México nada llegó al mar ni tampoco afectó a la fauna marina”, señaló.

Y agregó que “sumado a todo esto, los trabajos desde el punto de vista jurídico se darían en aguas nacionales, sobre las cuales ninguna ciudad tendría jurisdicción. La explotación no depende de ninguna ciudad ni de la provincia de Buenos Aires. Es más, Bahía Blanca ya levantó la mano”.