Se hunde otro fiscal amigo de D’Alessio

Se hunde otro fiscal amigo de D’Alessio

El fiscal de Mercedes será indagado el próximo 22 de marzo por facilitar información al falso abogado en otra causa por extorsión. En tanto, el juez Alejo Ramos Padilla también lo investiga y lo “invitó” a entregar sus celulares.

El fiscal de delitos complejos de Mercedes, Juan Ignacio Bidone, fue citado a indagatoria por facilitar información reservada para que el falso abogado Marcelo D’Alessio pudiera llevar a cabo extorsiones, pedidos de dinero, operaciones en expedientes judiciales y otras tantas maniobras. Es el segundo fiscal, después de Carlos Stornelli, que queda implicado en esta trama de espionaje de increíble alcance. Bidone será indagado el 22 de marzo, en este caso por el juez federal Luis Rodríguez, quien investiga una causa puntual en la que ya procesó a D’Alessio por la extorsión a un empleado de la Aduana llamado Gabriel Traficante. A la vez, el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, en una resolución que firmó ayer ordenó que se lo notifique a Bidone que su juzgado también lo investiga por diversos hechos, lo “invita” a entregar su teléfono celular y le pide a los fiscales de San Martín que ya lo están investigando que le envíen un informe sobre lo recolectado hasta el momento, ya que como el propio Bidone reconoció en una declaración espontánea en Comodoro Py, obtenía información de movimientos de personas a través de la Dirección de Migraciones así como listados de llamadas entrantes y salientes. De hecho, a pedido de D’Alessio, obtuvo esos datos sobre Pedro Etchebest, el denunciante original de los aprietes y pedidos de dinero para no quedar pegado a la causa de las fotocopias de los cuadernos. 

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La historia de la indagatoria a Bidone decidida por Rodríguez empieza en una causa que se abrió en 2016 donde Traficante denunció haber sido extorsionado. D’Alessio le decía que iba tener problemas en una causa que tramitaba en el fuero penal económico y que iba terminar preso. En el procesamiento del falso abogado, dictado la semana pasada, Rodríguez relata, que el apriete era ejercido con referencias a la causa judicial y a través de la publicación de notas periodísticas que lo escrachaban, donde señaló al periodista Daniel Santoro. Al parecer, D’Alessio le decía que la forma de sacarlo de ese expediente, que tramitaba el juez Marcelo Aguinsky y es conocido como “la mafia de los contenedores”, era “borrando  determinada prueba que lo comprometía”. Se refería a borrar una serie de llamadas que lo incriminarían. Le mandó en un mensaje de texto una foto de una lista de llamadas entrantes y salientes de su teléfono. Y aquí es donde Bidone aparece en escena: porque ese listado había sido “solicitado en el marco de una investigación llevada a cabo en la justicia local de Mercedes, puntualmente requerida por la unidad Funcional de Delitos Complejos, a cargo del Dr. Juan Ignacio Bidone”. Era la causa del llamado Triple Crimen de General Rodríguez –donde fueron asesinados Damián Ferrón, Sebastián Forza y Leopoldo Bina– donde el nombre de Traficante aparecía y había una excusa para pedir información sobre él. Lo que sucede es que se trata de información reservada y D’Alessio decía que estaba en el fuero penal económico. Para reforzar la presión le decía que había testigos de identidad reservada que habían declarado en su contra y que para ahorrarse un mal trago tenía que arreglar con el juzgado. Para colmo, el abogado trucho le decía que seguramente la causa estaba armada: “Todo lo que no tengan lo van a inventar”, intentaba asustarlo.

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El nombre de Bidone ya resonaba en la causa a cargo del juez Ramos Padilla desde los días posteriores al primer allanamiento en la casa de D’Alessio. Entre la montaña de documentación secuestrada había indicios de que el falso abogado se nutría de información de muchas fuentes, y una de ellas podía ser Bidone. El propio fiscal se presentó en forma espontánea, no en el juzgado de Ramos Padilla sino en Comodoro Py, en la fiscalía de Alejandra Mángano, a quien le tocó junto con el juez Julián Ercolini la denuncia que hizo Stornelli contra D’Alessio, en carácter de víctima de supuestos manejos del agente polifacético. Para Ramos Padilla, sin embargo, está más que probada la vinculación entre ambos y por eso insiste en citar a indagatoria a Stornelli. Lo impactante fue lo que dijo Bidone en aquella declaración, y que le terminó costando el apartamiento de su cargo en Mercedes (aunque pasó a una fiscalía ordinaria) y la apertura de una investigación por orden de su jefe el procurador bonaerense, Julio Conte Grand. Fuentes de la procuración señalaron que no conocían el llamado a indagatoria y revelaron que pidieron a la Suprema Corte bonaerense que dispusiera una licencia compulsiva (suspensión) respecto de Bidone.

Como reveló PáginaI12, Bidone dijo que conocía a D’Alessio desde 2016 cuando se lo presentó el agente de la AFI (Agencia Federal de Inteligencia), Rolando Barreiro; que colaboraba con algunas de sus investigaciones de manera informal; que le daba datos de personas o números de teléfono, que decía que hacía investigaciones preliminares vinculadas al narcotráfico y que eran informadas a la DEA y a la NSA (National Security Agency). Anteayer Ramos Padilla recibió un informe de la embajada de Estados Unido que dice que el superagente no tenía ninguna relación con sus agencias ni participación en actividades de gobierno. D’Alessio le decía también a Bidone que trabajaba con la AFI, con el Ministerio de Seguridad y con Aníbal Degastaldi y Ricardo Bogoliuk. Que se metió en causas como la de Los Monos y la de Gas Natural Licuado, donde de hecho declaró dos veces, y es material que está reclamando Ramos Padilla para su pesquisa. Bidone habló con naturalidad de que intercambiaban información. El agente trucho le pasaba “datos de personas, como documentos de identidad o números telefónicos para que realizara una consulta en la base de Migraciones y eventualmente obtenga un listado de llamadas como una línea de investigación para el avance de una causa…”. Así fue como en diciembre pasado lo fue a ver con la excusa de una causa que decía que tenía vinculación con Roberto Baratta, el ex número dos de Planificación, le prometió información y le dio un número de documento para pedir información a Migraciones y un número de teléfono para que consiguiera las llamadas entrantes y salientes. Eran el DNI y el celular de Pedro Etchebest. 

Ramos Padilla tiene grabaciones aportadas por Etchebest de su viaje con D’Alessio a la vuelta de Pinamar, donde fueron a ver Stornelli, donde le contaba su relación con Bidone. Le cuenta como trabajaron juntos en el “tema efedrina” y que Bidone le pedía que le cambiara cheques en una mesa de dinero, que le habían rebotado algunos y se quejaba porque el fiscal le debía cerca de un millón de pesos. En el medio le relata que parte de los cheques estaban vinculados con un negocio por el cual le conseguían a una empresa de trabajos temporarios que trabajen presos con salidas transitorias o ex presos para no pagar cargas sociales. Y que había un arreglo en el cual participaba el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco. A punto tal que D’Alessio menciona que se tenía que repartir la plata con él. Como es evidente, la investigación deberá establecer eventuales responsabilidades de órganos estatales en la proporción de información reservada, además de la de Bidone. 

En una resolución de ayer Ramos Padilla le sugiere amablemente que le entregue su o sus celulares; también requiere informes sobre los celulares a su nombre o de la fiscalía a su cargo desde 2016 hasta hoy; pide su legajo personal a la Procuración local; también le pide a ese órgano que especifique qué medidas de resguardo se tomaron sobre la fiscalía de Bidone, documentación, papeles de trabajo y registros informáticos entre otras cosas. Pide específicamente si se encontró material sobre Etchebest y lo que dé cuenta de la relación con Barreiro (el agente que Bidone mencionó) y las investigaciones que estos –Barreiro, D’Alessio y Bidone– puedan haber compartido; pregunta si ya declaró el personal de la fiscalía; y requiere las claves de acceso a las bases de Datos de la dirección de Migraciones, y a ésta que reporte los pedidos proveniente de la fiscalía de  Mercedes; que se informe todos los informes de titularidad o de listados de llamadas entrantes y salientes  pedidos por Bidone desde 2016. Un dato adicional que solicita Ramos Padilla es si “desde la fiscalía provincial a cargo de Bidone se formalizaron investigaciones respecto de funcionarios públicos nacionales” y cuáles son.

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