Hollande hace una amplia reforma del gabinete antes de su viaje a la Argentina

Hollande hace una amplia reforma del gabinete antes de su viaje a la Argentina

Intenta recuperar su popularidad antes de las elecciones presidenciales del año que viene; el ministro de Relaciones Exteriores fue el primero en dejar el cargo

Por Luisa Corradini

PARÍS.- ¿Qué ministro de Relaciones Exteriores acompañará al presidente francés, François Hollande, en su viaje a la Argentina, el 24 de febrero próximo? No será Laurent Fabius: el actual canciller renunció ayer, para ocupar el puesto de presidente del Consejo Constitucional.

El ministro de Relaciones Exteriores confirmó ayer personalmente su partida al término de la reunión semanal de gabinete en el Palacio del Elíseo. Fabius asumirá la presidencia del Consejo Constitucional, máxima corte administrativa francesa, que actúa como guardián de las reglas que rigen la Quinta República.

Su partida del Quai d'Orsay, como se llama comúnmente a la cancillería francesa, es también el primer paso de una reestructuración gubernamental mucho más amplia destinada a devolver a Hollande su popularidad perdida, antes de las elecciones presidenciales del año próximo.

Una vez conocidos, esos inminentes cambios darán ciertas claves sobre la estrategia escogida por el jefe de Estado para la elección presidencial, dentro de 15 meses, a pesar de que reúne menos de 25% de opiniones favorables.

El motivo principal de ese descontento ha sido la incapacidad de su gobierno de reducir el desempleo, objetivo que él mismo estableció como condición sine qua non para aspirar a un segundo mandato.

Más recientemente, fue su propia autoridad presidencial la que resultó afectada por las profundas divisiones de su partido provocadas por sus decisiones sobre cuestiones de seguridad nacional. En ese sentido, la Asamblea Nacional aprobó ayer en primera lectura una polémica reforma constitucional impulsada por el gobierno tras los atentados en París, que busca incluir en la Constitución el estado de emergencia y la pérdida de nacionalidad francesa para los terroristas.

Fue por esta iniciativa que la semana pasada presentó su renuncia Christiane Taubira, representante de la izquierda del Partido Socialista (PS), al Ministerio de Justicia.

Para enmendar esa fisura, Hollande debería incluir en su futuro gabinete a ciertas figuras de la izquierda del PS o ecologistas. Sin embargo, ese giro hacia la izquierda estaría totalmente en contradicción con la línea liberal-socialista liderada por el primer ministro Manuel Valls y el responsable de Economía, Emmanuel Macron.

Esa misma delicada ecuación se aplicará para escoger al reemplazante de Laurent Fabius.

Para ese puesto, ayer circulaban con insistencia los nombres de Jean-Marc Ayrault, su primer jefe de gobierno; Ségolène Royal, ex candidata presidencial, ex compañera sentimental del presidente, madre de sus cuatro hijos y actual ministra de Medio Ambiente; Elisabeth Guigou, ex ministra de Justicia, e incluso Matthias Fekl, secretario de Estado de Comercio Exterior.

Trayectoria

Ministro de Relaciones Exteriores desde mayo de 2012, Laurent Fabius deja la cartera tras haber obtenido importantes logros diplomáticos. Uno de ellos, tal vez el principal, fue el acuerdo nuclear con Irán, donde la dura posición francesa favoreció a Occidente en las negociaciones.

Presidente de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de París (COP21), el canciller saliente asumió como un desafío personal la misión de obtener un acuerdo, a pesar de diferencias y disputas internacionales. Por su persistencia y optimismo, los participantes terminaron bautizándolo "fabuloso Fabius".

Pero no todas son loas para este hombre brillante, que en 1984 se convirtió en el primer ministro más joven de Francia, a los 37 años. Algunos de sus colaboradores califican sus métodos de trabajo de "implacables" e incluso de "medievales", capaz de ejercer el monopolio de los nombramientos, tomando decisiones "con frecuencia arbitrarias": "Nuestra administración debía estar totalmente sometida a su persona", resume una fuente diplomática.

Apenas fue designado candidato socialista para la elección presidencial, en 2011, Hollande había tratado con mucha cortesía a Laurent Fabius, al confiarle la responsabilidad de las relaciones internacionales a quien había sido durante una década su peor enemigo dentro del PS.

Al llegar al Palacio del Elíseo, el presidente lo instaló en un rango protocolar de excepción, al nombrarlo número dos del gobierno. Una maniobra sin duda destinada a neutralizar cualquier intento de oposición.

Ahora, al trasladarlo hacia el Consejo Constitucional, el jefe de Estado sigue "privilegiando" a uno de aquellos con quienes se enfrentó durante años por el liderazgo del PS. En todo caso, la partida del número dos del gobierno lanza oficialmente un proceso de restructuración pleno de incógnitas.

"Nos hallamos en medio del laberinto «hollandés» -bromeó un consejero de la presidencia-, del cual pocas personas tienen la clave."

El hombre que no le escapa a ninguna tarea

Laurent Fabius

Ex canciller de Francia

En más de tres décadas de vida política, este político socialista de 69 años ocupó prácticamente todos los altos cargos franceses, salvo la jefatura del Estado. Deja la cancillería para asumir la presidencia del Consejo Constitucional, que se encarga de estudiar la constitucionalidad de las leyes

Legado

Entre 1984 y 1986, durante la presidencia de François Mitterrand, ocupó el cargo de primer ministro, y entre 2000 y 2002 fue ministro de Economía y Finanzas. Entre sus logros como canciller figuran el acuerdo nuclear con Irán en julio pasado y, sobre todo, la cumbre en la capital francesa sobre cambio climático que lideró a fines de 2015. Ese pacto es considerado un punto de inflexión en la lucha contra el calentamiento global

Del editor: qué significa. Todavía tiene tiempo, pero la sensación general es que la campaña para la reelección se le va a hacer cuesta arriba a Hollande.

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