El pago de adeudos fiscales de las grandes empresas marco récord en las cifras de recaudación del Servicio de Administración Tributaria (SAT) durante 2020.

En promedio, cada gran contribuyente fiscalizado por la autoridad tributaria el año pasado pagó 104.3 millones de pesos (mdp) por adeudos con el fisco, este es el monto promedio más alto del que se tiene registro y es 2.2 veces mayor al de 2019.

La cifras de recaudación del SAT indican que en 2019 el promedio por cada gran contribuyente fiscalizado fue de 46.5 mdp, en 2018 fue de 60.2 mdp.

Desde el inicio de la actual administración federal, el fisco se ha concentrado en mejorar la revisión, determinación y cobro de adeudos fiscales a grandes contribuyentes, lo que en conjunto con la transferencia de fondos de emergencia financiera, ha amortizado la caída de los ingresos tributarios y petroleros.

Entre los grandes contribuyentes que se han puesto al corriente con el SAT destacan: Walmart, BBVA México, Grupo Modelo, América Móvil, IBM, FEMSA y Grupo BAL.

“Se cobró lo que debían y no pagaban los grandes contribuyentes que estaban acostumbrados a no pagar impuestos o a que les condonaran el pago de impuestos. Como se puso orden nos alcanzó el presupuesto, tenemos para las vacunas, contratación de personal médico, aumentamos el número de camas y se compraron insumos, ni un mexicano se ha quedado sin ser atendido en un hospital con motivo de la pandemia. Tenemos recursos suficientes, sin endeudar al país, porque no es un gobierno faccioso, no es un gobierno al servicio de una minoría rapaz”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador, en conferencia de prensa el 11 de enero pasado.

En total, la recaudación secundaria a grandes contribuyentes generó ingresos por 92,252 mdp, más del doble que lo recaudado en 2019 por este concepto; 39,281 mdp, refieren cifras previas del SAT.

Al 31 de diciembre de 2020, los ingresos tributarios totales alcanzaron un monto de 3.3 billones de pesos, esto significó un aumento de 0.7% real, frente a lo recaudado en todo 2019. Considerando los ingresos petroleros y por transferencias, los ingresos del sector público cayeron 1.5% real anual.