El Gobierno quiere que Inarco termine el Megaestadio

El Gobierno quiere que Inarco termine el Megaestadio

El gobierno provincial respondió un pedido de informes de la legislatura por el Megaestadio: “No hay otro camino” que la obra la termine la empresa.

 

El ministro Coordinador, Ariel Rauschenberger, respondió el pedido de informes que aprobó la legislatura en diciembre y afirmó que la empresa Inarco debe terminar de construir la obra del Megaestadio. “No hay otro camino”, afirmó el funcionario en la respuesta que ingresó este martes a la legislatura provincial y a la cual accedió El Diario en exclusiva.Anunció que "en forma inmediata" dará los pasos administrativos para la continuidad de la obra.

La legislatura había aprobado un pedido de informes en diciembre, después de la renuncia del ministro de Obras Públicas, Jorge Varela, a punto de ser destituido en un juicio politico que se inició por la paralización de la obra, a instancia de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas.

El gobernador Oscar Jorge no designó remplazante de Varela. Por eso, Rauschenberger está al frente de esa cartera, como subrogante. El funcionario insistió con los mismos argumentos que utilizó Varela en su defensa y descartó la posibilidad de rescindir el contrato con Inarco. Pero no mencionó la necesidad de otorgar más plazos y recursos a la empresa para el montaje del techo.

“Atento a la complejidad de la obra, con características sin antecedentes en el mundo, desde el Poder Ejecutivo se realizaron todos los esfuerzos necesarios para llevar adelante una obra que además fue licitada sin proyecto, contrariando lo dispuesto porel artículo11 de la Ley de Obras Públicas Nº 38, hecho que generó que el primer montaje de la estructura colapsara”, respondió el funcionario a los legisladores.

“Luego de esta circunstancia -prosiguió-, la empresa contrató al especialista ingeniero Ameijeiras, para que este realizara el proyecto de una nueva estructura, cuyo tonelaje pasó de 90 toneladas, previstas en el pliego, a una del orden de las 900 toneladas, la cual fue aprobada por Ley Provincial 2516 y ejecutada”.

“Posteriomente el ingeniero planteó la necesidad de un montaje especial de esta estructura, propuesta que fue rechazada por la cámara. Desde el Ejcutivo se evaluaron diferentes posiibilidades y alternativas, como asimismo se propuso reiteradamente la formación de comisiones, tanto con ese poder como con los órganos de control”, indicó.

“En virtud de todos los hechos acontecidos y ante la negativa del poder legislativo de evaluar alguna alternativa para la finalización de la obra, no queda otro camino que llevar adelante de forma inmediata los trámites administrativos pertinentes para disponer que la empresa contratista continue con los trabajos necesarios para la finalización de la obra”, finalizó.

De nunca acabar

Cabe recordar que Varela se fue del cargo el año pasado arrastrado por el escándalo de la paralización del Megaestadio. Renunció antes de que lo destituyera un juicio político, acorralado por la denuncia de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas y por la decisión del FrePam y el vernismo de bajarle el pulgar.

Durante 2014, el gobernador Oscar Mario Jorge y el vernismo se tiraron la culpa por el fracaso y las irregularidades que rodean la obra millonaria. Mientras tanto, el gigante estadio sigue dormido desde 2010 y el Gobierno Provincial no ejecuta la obra ni rescinde el contrato de la empresa Inarco. Nadie parece encontrar la forma de terminar la construcción del gigante dormido, aprisionado en una telaraña de corrupción e intereses políticos encontrados.

El 9 de septiembre del año pasado la FIA cerró la investigación e impulsó en la Legislatura el juicio político de Varela, a quien acusó de no cumplir con sus deberes de funcionario público, y presentó una denuncia penal contra el inspector Roberto Domingo Lorda, contratado por la gestión jorgista para supervisar la colocación del nuevo techo.

El 16 de septiembre, cinco miembros de la Sala Acusadora de Juicio Político le dieron curso a la denuncia -solo se opuso el kirchnerista Miguel Tanos, aliado del Gobierno- y sobre fin de mes el funcionario entregó por escrito su descargo. Varela adujo que actuó con prudencia y sostuvo que no incurrió en inacción porque intentó formar una comisión con los diputados provinciales para resolver la parálisis de la obra y estos rechazaron la idea.

El 27 de octubre Jorge hizo una puesta en escena en Casa de Gobierno, donde invitó a instituciones intermedias e insistió en la necesidad de crear una comisión ante la “complejidad” del Megaestadio. “Esto se ha politizado y así no vamos a llegar a ninguna parte”, sostuvo.

El juicio político a Varela se cayó dos días antes de que los diputados votaran la acusación y lo suspendieran. El 31 de octubre el funcionario presentó la renuncia porque su suerte estaba “echada”. Sin embargo, a los pocos días de la dimisión -que le permitió evitar la destitución y la inhabilitación para volver a ocupar cargos públicos- el gobernador lo designó como su asesor.

En el FrePam y el vernismo se quedaron con la espina luego de la jugada de Jorge y anticiparon nuevos embates por el Megaestadio. Los opositores anunciaron que presentarán el año próximo una denuncia penal para que se investigue desde el inicio, incluyendo también a los exministros vernistas del área, Julio Bargero y Paulo Benvenutto. Los diputados vernistas brindaron en diciembre con un nuevo pedido de informes: le solicitaron al ministro coordinador, Ariel Rauschenberger (subroga el cargo vacante), que informe “las acciones tomadas” para la continuidad y finalización de la obra.

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