Durante 2008, la municipalidad puso en marcha un plan de regularización para poder combatir la evasión. Los funcionarios lo bautizaron "Plan Continuidad 12" y, en aquel momento, se explicó que el programa de pago en cuotas estaba destinado a los contribuyentes cuyas deudas no estaban en proceso de reclamo judicial.

De acuerdo con el proyecto, los vecinos que pretendían adherirse al plan debían demostrar un ingreso mensual de tres mil pesos por grupo familiar y suscribir un convenio con la dirección de Rentas.

La iniciativa fue debatida semanas después en el Concejo Deliberante, donde la oposición realizó críticas al plan y se mostró escéptica sobre los resultados. Después de la aprobación y la promulgación, los funcionarios de economía se volcaron a los barrios de la ciudad, donde convocaron a los vecinos para detallar cómo se accedía a la regularización y cuáles eran los compromisos que se asumían.

A pesar de los esfuerzos, la deuda acumulada por tasas municipales sigue en ascenso, con contribuyentes que deben a la comuna cifras de importancia, algunos de ellos con una acumulación que supera los 100 mil pesos. Otros casos significativos figuran con tasas impagas por montos que van desde los 10 mil a los 30 mil pesos.

Además del plan para regularizar los pagos, la actual gestión debió recurrir a incrementar las tarifas por la prestación de los servicios públicos, que se encontraban depreciadas y con un considerable atraso. La actualización se hizo con las nuevas estructuras de costos que fue elaborada por Economía.

Durante la semana anterior trascendió que se estaba analizando un nuevo aumento en las tasas, entre ellas la recolección de residuos especiales y otros ítems, pero ante una consulta puntual de este diario al secretario de Hacienda, Rubén Parodi, desmintió la versión de la actualización del cuadro tarifario. En la oposición creen que de cualquier manera antes de fin de año, el Ejecutivo presentará un nuevo pedido de incremento para tratar de estabilizar las cuentas públicas.