«A raíz de lo sucedido nos pusimos en contacto con la cámara de cervecerías artesanales de Mar del Plata para trabajar conjuntamente en cambiar una disposición que ha que quedado obsoleta», expresó el senador de Juntos por el Cambio.

Como parte de los fuertes operativos de control que se realizaron en la temporada que comenzó en Mar del Plata y para comprobar el cumplimiento de los protocolos por el coronavirus «llamó la atención el enorme despliegue policial por parte del Registro Provincial para la Comercialización de Bebidas Alcohólicas provincial (Reba), que clausuró junto a 18 patrulleros Tiki Bar, el reconocido local de Alem y Quintana de esa ciudad. Tras este acto irracional y por lo que venimos conversando con los comerciantes consideramos que el Poder de Policía en este tema debería estar en manos del municipio y no de Reba», enfatizó.

«Hoy en día prácticamente todas las cervecerías de la provincia venden pintas de cervezas por 500 cc, cuya composición es 400 cc de líquido y 100 cc de espuma en las artesanales.  Respecto de las industriales, muchas son ofrecidas en latas como recipiente principal.  Son muy pocas las empresas que hoy comercializan con envases – de ese material – con un volumen inferior a 473 cc», agregó.

«Lo sucedido con esta clausura es un tema que nos pareció fuera de toda razonabilidad, que es lo que tiene que tener toda acción pública y administrativa. Además hay que tener en cuenta lo que han sufrido los comerciantes tas el cierre por meses de sus locales a consecuencia de la pandemia. Fue una acción inoportuna y desmedida a consecuencia de una norma que ha caído en desuso», agregó el legislador.

La normativa existe desde el año 2009 y ha generado diversas polémicas pero no numerosas sanciones a los bares, que siempre comercializan las “pintas” de cerveza en vasos de ese tamaño.

En agosto del 2018 un juez de Bahía Blanca sobreseyó a una comerciante de esa ciudad, denunciada por infringir la prohibición de vender alcohol en recipientes que contengan más de 350 mililitros y declaró la inconstitucionalidad de la ley.

«Este tipo de normas, al igual que la limitación que había en plena temporada de vender alcohol después de las 21 y que elevamos hasta las 23 horas, buscan facilitar la vida económica dentro de la legalidad y de evitar normativas que terminen siendo un incentivo para incumplimientos de la ley y, por lo tanto, que permita situaciones que faciliten cohechos o ilicitudes», concluyó.