Fein se reunió con líderes religiosos preocupados por la inseguridad

Fein se reunió con líderes religiosos preocupados por la inseguridad
Representantes de distintos credos y comunidades religiosas se reunieron ayer con la intendenta Mónica Fein convocados por un tema excluyente: la situación de violencia que vive la ciudad.

Representantes de distintos credos y comunidades religiosas se reunieron ayer con la intendenta Mónica Fein convocados por un tema excluyente: la situación de violencia que vive la ciudad. Los ejes del encuentro incluyeron la necesidad de reflexionar y hacer conocer la desprotección de los barrios. También comenzaron los preparativos para una acción conjunta: caminar por el bien común, la esperanza y la seguridad.

Para José Luis Mollaghan y Federico Pagura, arzobispo y obispo de las comunidades católicas y metodistas, es importante "no perder la tranquilidad en la calle y la seguridad en el hogar". La muerte de David Moreira, linchado mortalmente en barrio Azcuénaga tras haber supuestamente robado una cartera, operó como bisagra y activó la agenda de autoridades e instituciones.

"Vamos a preparar una caminata en silencio con una consigna común, a favor de la sociedad, no en contra de alguien, y que sea una acción esperanzadora", anticipó el pastor Santiago Bauer, portavoz de la iglesia Evangélica del Río de la Plata (Luterana y Reformada), que tiene su sede en Oroño y San Lorenzo.

Para Bauer, el linchamiento puso blanco sobre negro un profundo deterioro del tejido social frente al cual se vuelve imprescindible que los líderes religiosos generen un mensaje capaz de "dar esperanzas y la convicción de que hay un futuro, que algo va a cambiar si luchamos entre todos".

"En la conversación hubo tonalidades diferentes sobre la situación que vivimos, miradas de distintos ángulos, pero también la necesidad de dar un mensaje común de esperanza", explicó el pastor. Y fundamentó la convergencia en una característica de las comunidades religiosas: son cajas de resonancia de la sociedad, que reflejan la alegría y la angustia de la gente.Según Bauer, el primer signo concreto, además de la mesa compartida ayer, será la caminata, un nombre ad hoc para diferenciarla de otras categorías con las que se designa la marcha conjunta. "El hecho de que a pesar de las diferencias se puede dialogar y actuar juntos, es todo un símbolo de que la sociedad también puede hacerlo", señaló.

Aislados. Los tiempos difíciles: ¿acercan o alejan a la gente del mensaje religioso? "La gente está aislada, antes en los barrios se sentaban a la puerta, sabía quien vivía al lado y conocían problemas y alegrías, era muy lindo compartir navidades con mesas en la vereda, visitándose unos a otros. Ese folclore tan hermoso se fue perdiendo, los vecinos se abroquelan en sus casas, la sociedad está paralizada", describió Bauer. Y dijo que hay actividades que no se pueden organizar porque nadie quiere volver de noche a sus hogares.

Del encuentro también participaron Jara Reyes (metodista), el padre Alejandro Saba (ortodoxa) y la pastora Mónica Tompkins (anglicana). Además, el rabino Daniel Dolinsky y el imán Walter Callieri, así como representantes de iglesias evangélicas bautistas y pentecostales, del centro budista y pueblos originarios, entre otros.

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