El lunes el zoom quincenal de Juntos por el Cambio (JxC) pasó sin pena ni gloria, salvo por un enfrentamiento, corto pero intenso, que mantuvieron el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la presidenta del PRO y ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. La discusión fue en torno a las restricciones para mitigar los efectos de la segunda ola de la pandemia del coronavirus (Covid-19), a la espera de que se avance con la vacunación. 

El jefe de Gobierno sostuvo con varios datos la necesidad de mantener algunas de las restricciones vigentes por un lapso de más tiempo, haciendo foco en varias medidas que tienen que complementar esto. Sin embargo, la presidenta del PRO salió con los tapones de punta diciendo que hay que dejar de hablar de restricciones y criticar ciertos cierres.

Dependiendo del interlocutor, la discusión fue más o menos intensa en las formas. Sin embargo, el punto que más llama la atención, y que pudo reconstruir BigBang de fuentes del entorno de ambos dirigentes, es que esa misma tarde mantuvieron un encuentro en la sede de Gobierno porteño en la calle Uspallata.

¿El motivo del conclave? Cuestiones electorales. Desde hace varias semanas en el PRO comenzaron a definir cuáles serán los candidatos que tenga cada jurisdicción, si saldrán de una interna o de una lista de consenso. Y sobre todas las cuestiones también ver a quiénes les brindarán más apoyo que a otros. 

“Se discutió cómo está el PRO en cada zona, en torno a las posibilidades que tiene; cómo encarar en las que estamos mejor, en las que tenemos que renovar, en las que hay que innovar. Fue una charla netamente operativa desde lo electoral”, remarcaron fuentes al tanto de la conversación.

Esta nueva conversación cara a cara que mantuvieron, y que es la segunda en poco tiempo, empieza a generar dentro de JxC la sensación de que la estrategia de ambos está alineada para que se muestre desalineada. Algo que no es la primera vez que hacen en ese espacio político en el que muchos empiezan a ver similitudes con el planteo electoral que hubo para apoyar a quien ahora es gobernador en una provincia del centro del país. En esa campaña, en donde Juntos por el Cambio tenía un candidato propio oriundo del radicalismo, todos los principales referentes bajaron al territorio cuando al ahora gobernador le convenía.

“Hay muchos vasos comunicantes por debajo que están todo el tiempo trabajando”, consideró uno de los integrantes del círculo chico del jefe de Gobierno. Es que la relación entre Bullrich y Rodríguez Larreta varió mucho en sus formas en el último año y medio. De una cordialidad y apoyo total a fines de 2019 a los primeros chispazos en 2020.

En Uspallata remarcan que la presidenta del PRO es alguien que tiene una experiencia política tal que cualquier desafío le resulta pequeño. “En su juventud estuvo dispuesta a dar la vida. Imagínate que salir a criticar o jugar a fondo como hace es un juego de niños en comparación”, agregó la misma fuente.

El contexto, por ende, da a entender que el temor que tenía el alcalde porteño a que Bullrich encabece la lista de diputados nacionales por la Ciudad y que eso sirva de trampolín para el 2023 parece que se disipó o está en vías de hacerlo. La presidenta del PRO, por su parte, parece hacer también encontrado un punto de equilibrio con el secretario de Ambiente y también Secretario General del PRO, Eduardo Macchiavelli, quien desde hace también mucho tiempo reclamaba un enfoquen el partido similar al que planteo ella ahora.

“Hay que hacer más de lo que está haciendo el Frente de Todos en este momento. Dejaron de pelearse, se abroquelaron y van para adelante con las elecciones. Si no la vemos, nos jubilamos todos nosotros también”, remarcó uno de los armadores que tiene Juntos por el Cambio.