Europa trabaja a contrarreloj para sellar los ingresos para refugiados antes del verano

Europa trabaja a contrarreloj para sellar los ingresos para refugiados antes del verano

Días después de alcanzar un acuerdo con Turquía para expulsar a quienes lleguen sin papeles al continente, los ministros del Interior de la UE discutieron cómo cerrar potenciales rutas alternativas y la OTAN anunció que aumentará el número de barcos que patrullan las costas.

La UE y sus vecinos comenzaron a apurar las negociaciones en las últimas semanas, a sólo tres meses del inicio del verano europeo, el período del año en el que más refugiados e inmigrantes de Medio Oriente y África se lanzan a cruzar el Mediterráneo para llegar al Viejo Continente, dejar atrás un presente de violencia y hambre y construir una nueva vida.

"La preocupación continúa siendo que hay rutas alternativas", advirtió hoy el ministro del Interior alemán, Thomas de Maiziere, durante la cumbre en Bruselas y el ministro holandés de Inmigración, Klaas Dijhoff, coincidió.

"Es bueno que discutamos medidas para prevenirlas. Mejor que esperar a que ocurra y luego reaccionar", sostuvo, según informó la agencia de noticias EFE.

Hasta ahora, la ruta principal elegida por la mayoría de los más de 1,2 millones de refugiados e inmigrantes que cruzaron el Mediterráneo desde el año pasado había sido la que atraviesa el mar Egeo desde las costas de Turquía hasta las islas griegas.

Desde allí, la travesía continuaba hasta la península griega y después cruzaba los Balcanes hasta llegar al centro y norte de Europa.

Sin embargo, países como Macedonia, Serbia, Croacia, Eslovenia y Austria decidieron cerrar por completo sus fronteras para los refugiados e inmigrantes en los últimos días, justo cuando la UE selló un acuerdo inicial con Turquía para expulsar a todos los recién llegados a ese país a cambio de miles de millones de dólares y beneficios políticos.

La decisión de los países balcánicos y Austria dejaron encerrados a más de 42.000 refugiados dentro de Grecia, de los cuales más de 13.000 viven en condiciones infrahumanas en el precario campo de Idomeni, un descampado inundado, en donde numerosos niños y recién nacidos sufren de fuertes resfriados, problemas de respiración y diarreas.

Además, cientos de refugiados quedaron encerrados, en un limbo legal, en los centros de recepción de Eslovenia y Croacia.

La situación humanitaria en el territorio europeo es tan crítica que el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, acusó hoy a las autoridades de los países miembros de la UE de violar principios fundamentales como la solidaridad, la dignidad y los derechos humanos, con su decisión de expulsar masivamente a los demandantes de asilo a Turquía.

"El acuerdo entre la Unión Europea y Turquía levanta dudas muy importantes. Entre mis preocupaciones principales está la posibilidad de las expulsiones colectivas, que son ilegales", afirmó Zeid durante un discurso ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra.

"Además, las restricciones fronterizas que no permiten determinar las circunstancias de cada individuo violan la ley internacional y la ley europea", agregó.

Turquía, por su parte, aportó un grano de arena al clima político inflamable al advertir que no recibirá a los refugiados que ya estén en territorio europeo.

"El acuerdo abarca a quienes realizan la migración ilegal después de que entre en vigor este acuerdo; no se aplicará a quienes ya están allí", aseguró el ministro para los Asuntos Europeos de Turquía, Volkan Bozkir, a la agencia de noticias local Anatolia.

Las declaraciones desde Ankara demuestran que los detalles del acuerdo, alcanzado esta semana y que debería ser sellado de forma definitivamente la próxima, aún no fueron consensuados y aprobados por todas las partes.

Este clima de incertidumbre no sólo domina la relación entre la UE y Turquía, sino también dentro del propio bloque europeo.

"No resolvemos el problema tomando una decisión unilateral", sentenció hoy la canciller alemana Angela Merkel en diálogo con la radio pública local MDR, en referencia a la decisión de los países de Europa central de cerrar sus fronteras.

"Personalmente creo que la decisión unilateral de Austria y después la locura de los países de los Balcanes nos deja con menos refugiados, pero pone a Grecia en una situación muy difícil. Si no llegamos a un acuerdo con Turquía, Grecia no podrá soportar el peso mucho tiempo más", agregó la líder.

Alemania, hasta ahora la principal receptor de refugiados, no está a favor de cerrar las fronteras al interior de la UE, pero sí de sellar los límites externos del bloque para evitar que lleguen nuevos demandantes de asilo al continente.

Para conseguir esto impulsa, por un lado, el acuerdo con Turquía, un país donde ya viven en condiciones precarias 2,7 millones de refugiados sirios, y, por el otro, el lanzamiento en el Mediterráneo de una misión masiva de la OTAN, la alianza militar que incluye a gran parte de Europa, Estados Unidos y a la propia Ankara.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, anunció hoy que la Alianza tiene previsto aumentar el número de barcos desplegados en el mar Egeo para poder detectar y frenar a las barcazas y los gomones, en los que viajan, abarrotados, los refugiados e inmigrantes que intentan llegar a Europa desde Turquía.

Además, adelantó que en las próximas semanas la misión se expandirá al sur, lo que podría significar un esfuerzo por bloquear militarmente también la ruta de los refugiados vía Libia.

Al término de una reunión con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, Stoltenberg explicó que "ahora hay cinco" barcos con helicópteros patrullando el mar Egeo, pero que en "los próximos días" ese número aumentará.

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