Joaquín María de Arístegui Laborde sustituirá a María Jesús Alonso Jiménez, quien fue convocada a consultas y luego retirada definitivamente del cargo en mayo luego de los constantes ataques de Milei al presidente español.
Tras cinco meses, el presidente de España Pedro Sánchez designó a Joaquín María de Arístegui al frente de la embajada en la Argentina poniendo paños fríos a una relación diplomática que atravesó fuertes momentos de tensión por los constantes ataques de Javier Milei al mandatario español.
Desde la Cancillería argentina destacaron el gesto conciliador: «Nos comprometemos a buscar siempre puntos de conexión en la consecución de nuestro objetivo común, que es el bienestar de nuestros ciudadanos».
«La Argentina y España somos pueblos hermanos, unidos por profundos lazos humanos y sociales», señalaron a través de un comunicado desde la cartera a cargo de Diana Mondino, y agregaron: «Nuestra lengua y cultura comunes y los importantes intercambios económicos, comerciales y de inversión deben actuar siempre como guía en las relaciones entre nuestros dos países».
Pese a la tensión abierta entre el líder del Partido Socialista Obrero (PSOE) y el fundador de La Libertad Avanza, el presidente Javier Milei, que llevó a que desde La Moncloa resolvieran en mayo llamar a consulta a María Jesús Alonso Jiménez, Sánchez sorprendió al nombrar a un nuevo diplomático como representante en Buenos Aires.
El elegido para asumir como embajador de España en la Argentina es Joaquín María de Arístegui, el hasta entonces representante del gobierno español en Colombia, quien fue bien recibido por la canciller, que le dio la bienvenida a través de su cuenta de X: «Bienvenido nuevamente Embajador!».
«La relación entre nuestros gobiernos debe estar a la altura de la intensidad de los vínculos que unen a nuestros pueblos y sociedades», señalaron desde la administración libertaria, y completaron: «Por ello, nos comprometemos a fortalecer nuestra relación para que alcance el máximo nivel de confianza y respeto mutuo en términos políticos e institucionales que nuestros pueblos merecen».
En la misma línea, destacaron a España como un socio principal para concretar el tan ansiado -para el Gobierno- acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur: «Como socios prioritarios, tanto a nivel bilateral como en el seno de nuestros respectivos bloques regionales, la Unión Europea y el Mercosur, debemos trabajar juntos para incrementar nuestros intercambios comerciales y para lograr una rápida y efectiva conclusión del Acuerdo de Asociación Unión Europea–MERCOSUR».
«Como miembros de la Comunidad Iberoamericana de Naciones, debemos seguir fortaleciendo la organización como un espacio de progreso, solidaridad y consenso en beneficio de los pueblos de Iberoamérica, de cara a la celebración en 2026 de la Cumbre Iberoamericana en España», afirmaron bajo el compromiso de «buscar siempre puntos de conexión en la consecución de nuestro objetivo común, que es el bienestar de nuestros ciudadanos».
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