En enero se registró un 7% menos de ventas que en 2016

En enero se registró un 7% menos de ventas que en 2016

Aseguran que el dato surge de un promedio general, pero que existen rubros, como el de indumentaria, que sufrieron una caída mayor. Apuestan en febrero a "mantener un poco el consumo del mercado interno".

 

Luego de transitar un invierno al que el presidente de la Unión del Comercio, la Industria y la Producción (UCIP), Raúl Lamacchia, calificó como “duro”, llegó un enero “flojo” que mantuvo la tendencia “negativa” que desde la institución venían registrando. Con un promedio de ventas 7 por ciento menor que el alcanzado en enero de 2016, los medianos y pequeños comerciantes colocan sus esperanzas en febrero y en las promesas de reactivación para este año.

“Realmente enero ha sido, como se preveía en alguna medida, un mes flojo en relación a la temporada anterior”, aseguró Lamacchia. Y detalló: “El comercio ha tenido una disminución promedio del 7% y dicha disminución ha sido la misma tendencia que tuvimos durante todo el año, la relación interanual siempre fue negativa”.

Peor en ropa

En este sentido, aclaró, que dicho balance es peor según el rubro. “Rubros como el de indumentaria son los que han estado más afectados, los días buenos de playa hacen que la gente se dirija menos a los centros comerciales”, señaló.

El buen clima que se vivió durante el primer mes del año, en cambio, les brindó alivio a otros comerciantes, especialmente aquellos vinculados a la venta de bebidas.

“Las gaseosas han tenido una buena performance en los niveles de venta, por el buen tiempo se ha consumido más”, aseguró el empresario, al tiempo que aclaró que el caracter inelástico de la demanda de los rubros alimenticios provocó una “menor” disminución de las ventas en ese sector.

Sobre este último resaltó los locales de “comida rápida o más económicos”, ya que aseguró que “la disminución ha sido mayor “en los grandes restaurantes que tienen precios más elevados”.

Si bien las comparaciones se efectuaron con los niveles registrados en la temporada 2015-2016, Lamacchia sostuvo que “en realidad, la temporada buena no fue la pasada, sino la anterior, en 2015. Ya la anterior habían disminuido (las ventas) con la devaluación y otra serie de impactos que, en el mes de enero, afectaron sin duda”.

“Estamos en un contexto recesivo que se ve incrementado con la competencia con los centros turísticos del exterior, Brasil y Chile, fundamentalmente y Uruguay, que han hecho que el turismo interno se divida. De todas maneras no fue un problema de Mar del Plata solo, sino que toda la costa atlántica se ha visto afectada”, señaló.

Al igual que otros operadores turísticos, destacó la fuerte afluencia del turismo por fin de semana e indicó que, “al igual que todas las temporadas, la segunda quincena de enero fue mejor”.

Para febrero las expectativas son moderadas. “Febrero siempre estuvo erosionado por el comienzo de las clases. Tenemos expectativas de que por lo menos sea igual que el año anterior y se mantenga un poco el consumo del mercado interno”, señaló.

Cuotas sin interés y con confusión

Tras la resolución 51 – E/2017 a través de la cual el Ministerio de Producción de la Nación dispuso la eliminación de las “cuotas sin interés”, obligando así al comerciante a discriminar el precio al contado de un producto de su valor al pagarlo en dos cuotas o más, varios comerciantes y clientes han manifestado su confusión.

En esta línea también se pronunció Lamacchia, quien aseguró que el equipo de UCIP se encuentra “con consultas permanentes y mucha preocupación de los comercios, que están desorientados ante esta norma, sobre todo el comercio minorista”.

“Yo creo que el gobierno tiene el objetivo de transparentar lo alto del precio financiado y la consecuencia que apuesta a que entonces se bajen los precios, y con eso contrarrestar el nivel de precios relativos que hace a la inflación”, pero señaló que, en su opinión, “lo que ha sucedido que los precios financiados han aumentado”.

El desconcierto, aseguró, también se expandió a los consumidores, quienes “ante la duda, prefieren esperar” para comprar un nuevo producto.

“Unas de las cuestiones que preocupan es el consumo y el mercado interno, y esta medida ahora, sobre todo en los centros turísticos, hace que la gente prefiera esperar. Es muy complejo siempre que en una economía libre se quiere regular es complicado por eso tenemos muchas quejas de los comerciantes”, señaló.

En lo que respecta a los primeros meses de vigencia de la nueva disposición, el empresario aseguró que “los inspectores van a salir a hacer actas de constatación más que actas de infracción si no se cumple la norma”, esperando de esta manera aclarar la situación.

Esperanza en la reactivación

En lo que respecta al resto del año, Lamacchia aseguró que desde UCIP seguirán impulsando el desarrollo de iniciativas comerciales como el Black Friday y nuevas promociones, dado los “buenos resultados” que arrojaron.

Beneficiaban a ambos, a los centros comerciales que tenían bajas ventas, y a los consumidores que tenía la posibilidad de adquirir a precios muchos más convenientes porque hemos tenido descuentos importantes de 30, 40 y 50%. “Cuando hay un contexto económico así, hay que mantenerse. Todos creemos en la reactivación y apostamos a la reactivación pero cuando no visualizamos perspectivas que hagan pensar que esto se vaya a producir es preocupante. Hasta ahora hay una sobrevivencia del sector comercial”, aseguró.

Si bien aseguró tener “esperanzas de que este año sea mejor que el año pasado, porque pensamos que hay algunas promesas de inversiones de infraestructura y vivienda que pueden generar una reactivación”, Lamacchia señaló que “los últimos aumentos, sobre todo en la energía eléctrica con aumentos que van del 60 al 150%, son complicados y agregan un elemento más a un sector como el del comercio y la industria que está fuertemente afectado en su actividad”.

Destacó, a su vez, que “tampoco se dan despidos, pero no se toma gente, no hay creación de empleo”, hecho que no sucede en las industrias, donde señaló “que se están viendo afectadas fuertemente con la importación. Hay muchas de ellas igual que dejan de fabricar y empiezan a importar. Y eso trae como consecuencia que estamos comprando trabajo extranjero incorporado en el producto y no trabajo argentino incorporado en un producto nacional”.

Y concluyó: “La competitividad no es algo que nace solamente en la empresa. Si yo tengo un contexto macroeconómico donde pago salarios muy altos, sus insumos son caros y los impuestos son altos, ¿cómo me comparo con China?”.

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