La estabilidad cambiaria y la baja de las tasas, entre las claves. La excepción: el consumo masivo. El impacto del plan Caputo en las pymes
Por Claudio Zlotnik
Lucas Santa Cruz es socio en una pyme metalúrgica desde hace más de una década. Como es una empresa familiar, ya trabajaba ahí desde su juventud. Recuerda cada crisis como un hecho traumático. La de 2001; el final de Cristina Kirchner y la devaluación de 2018. Durante el último año, ya como cabeza de la compañía, también venía mal.
Vio cómo alguno de sus principales clientes —la mayoría ligados al sector de la construcción— fueron quedando en el camino. Un par de fábricas de cerámicas le dejaron cheques impagos.
El 2025 pintaba mal. Sin embargo, en las últimas semanas ha notado un repunte en la actividad. Llegaron más pedidos. También es cierto que adaptó su trabajo a una producción más básica, más vinculada a la herrería en general.
"Pero hay más trabajo", dice.
Como sucede con la empresa de Lucas, hay más casos de compañías que volvieron a creer después de las elecciones del 26 de octubre.
¿Mejora en el consumo?: el impacto del dólar y las bajas tasas
El dólar estable y la baja de las tasas de interés fueron los dos factores claves para la mejora.
"Los bancos no nos daban ninguna respuesta; quedamos ahogados", dice a iProfesional Javier M., el socio de una pyme fabricante de juguetes. Javier prefiere mantener en nel anonimato su identidad, pero cuenta que a mitad de año no pudo obtener financiamiento para una parte de la producción que se va a vender para Navidad y Reyes.
Coincide con su colega metalúrgico: "Está mejor la cosa. Nada que desborde la ilusión, pero al menos ahora se puede trabajar y proyectar". Se refiere a la baja de las tasas de interés.
Santa Cruz, el pyme metalúrgico, agrega que los bancos con los que opera a diario ya le ofrecieron crédito para capital de trabajo.
El juguetero, en cambio, cambia de humor al hablar del futuro. "Si el Gobierno sigue abriendo las importaciones, va a ser muy complicado. Tiene que dar tiempo para amoldarnos a la nueva realidad", reclama.
Venta de alimentos: los que sí y los que no
Al revés de lo que sucedió en las crisis anteriores, donde primero despuntaban las empresas de consumo masivo, y recién después los otros sectores, ahora se da al revés.
Al menos hasta el momento.
Un par de compañías líderes de la alimentación admitieron, ante la consulta de iProfesional, que noviembre finalizó con ventas muy golpeadas.
También sucede con las bebidas. Una de las fábricas de cervezas que manda en el mercado, de por sí concentrado, admitió que noviembre cerró con ventas más bajas que la de noviembre del año pasado, que de por sí ya había sido "muy flojo".
Las empresas descartan que sea una cuestión de precios. "Los alimentos de almacén no tienen mayores movimientos. Hubo aumentos en carnes y productos estaciones, pero nada extraordinario en productos como fideos, azúcar, arroz o harina. Es cierto que algo se ajustó en aceites, pero nada más", dijo la fuente a iProfesional.
Para demostrar que el escenario es difícil en lo general, el director de otra alimenticia recordó que en los últimos dos meses cayeron las ventas en las grandes cadenas de supermercados, también en los autoservicios y en los mayoristas.
Expectativas: dólar y algo más
Desde la gigante de la alimentación consultada por iProfesional fueron categóricos: la recuperación en 2026 "será muy lenta" porque nadie percibe que los ingresos de las familias muestre una mejora repentina.
Algo de esto se viene evidenciando, según admiten los propios registros oficiales.
El último dato del EMAE, sin ir más lejos, dio cuenta de una dinámica heterogénea. Tanto es así que, si se excluye el sector financiero, la actividad de septiembre hubiese mostrado una caída de la actividad (y no una mejora).
"Al evaluar el comportamiento del EMAE sin el sector financiero, y según nuestras estimaciones, la actividad habría caído un 0,2% mensual (sin estacionalidad) en septiembre", sostuvo el economista Ricardo Delgado, titular de la consultora Analytica.
"El sector de intermediación financiera es de los sectores que más crece, pero su demanda de mano de obra es baja", completó Delgado.
La clave para las próximas semanas tendrá, nuevamente, al dólar en el centro de la escena.
Los referentes de la City continúan con el reclamo para que el Gobierno compre reservas para el Banco Central y despeje cualquier duda sobre el repago de la deuda en dólares.
A medida que avancen las semanas y esa variable no se despeje, es probable que vuelvan los fantasmas al mercado. Así lo entienden también en las grandes compañías.
El camino hacia la recuperación todavía no luce despejado, a pesar de los buenos vientos de las últimas cuatro semanas.

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