Recordó que “Las empresas que está realizado este tipo de eventos autorizados, como se hacen en otras ciudades turísticas partes del mundo, requieren un marco de regulatorio que les permita desarrollar esta actividad”

“En tal sentido enfatizó que “acá hay que regular, no prohibir”, remarcando que “estoy totalmente en desacuerdo en la decisión, aún no clara , de prohibir o no autorizar, que significa lo mismo más allá del análisis semántico que cualquiera le quiera dar, que esto se resuelva  el 10 de enero”

Luego de aclarar que “de existir una decisión política en tal sentido, es algo que no comparto. Esto se debería haber adoptado con anticipación, para que la gente que está trabajando y muchas empresas que están acompañando esos eventos con su inversión, lo supieran”.

También analizó ante “el Retrato…”  que “hay muchos turistas que han adquirido sus entradas con anticipación, que han alquilado departamento, billetes de avión o micro , que tiene previsto sus viajes en auto… Lo mismo los propios artistas, la gran mayoría internacionales, que tienen contratos con seguros garantizados para venir a Mar del Plata y la Argentina, seguramente no lo hubieran hecho de haberlo sabido de antemano”

“Mas allá de ser un error determinar esta “prohibición” el 10 de enero, creo que el debate que tenemos que darnos es si ¿es necesario Prohibir o Reglamentar?”,enfatizando que “esto último es lo que debe hacerse. No tengo la menor duda que si el Estado Municipal, en conjunto con las fuerzas de seguridad se sientan con los productores de este tipo de eventos van a llegar a un punto de encuentro en donde los recursos hoy financieros, que quizás no tenga actualmente el Municipio, sí puedan  surgir de una Tasa que se le cobre a esos eventos que permita con  esa recaudación, poder disponer de más recursos materiales y humanos para realizar tareas de prevención ante cada uno de estos hechos, pero bajo ningún punto de vista prohibirlo”

Giri trajo a la memoria  que “las prohibiciones para prevenir consumos en el mundo, ya han fracasado. Partamos de esa base. La Ley Seca en los Estados Unidos demostró que fue un fracaso prohibirles a los americanos consumir alcohol hace más de 100 años;  y hoy querer aplicar normativas en Argentina que ya se ha visto de su fracaso, no tiene ningún tipo de sentido común y carente de criterio”

Entiende el dirigente del PRO que “el consumo de estupefacientes en la Argentina, no pasa por la música electrónica ni el reggae: pasa porque  tenemos una sociedad que cada día está más expuesta a una problemática mundial que son las drogas. Aquí es donde tenemos que trabajar: en proyectos educativos para que la sociedad entienda que aquellos que están con problemas de adicción puedan tratarse y rehabilitarse  en instituciones  públicas, no solo privadas que para muchas familias son muy costosas e inaccesibles”

Para Giri “hay que potenciar el concepto de familia; donde el tema de la drogadicción se discuta en el seno familiar y que  los chicos sepan del peligro al que están expuestos cuando deciden consumir estupefacientes. Por eso me parece que con las prohibiciones se resuelven los problemas de fondo”

Se preguntó más adelante el “porqué si por 58 personas, en un universo de 9000 personas que dijeron desde la Comuna participaron de la fiesta en Mute, se quieren involucrar a 8942 personas que pudieron disfrutar de ese espectáculo sin ningún tipo de inconveniente. ¿Quién tiene razón? Los 8942 que supieron convivir  dentro de un show de este tipi, o los 58 que no respetaron  las normas de socialización?”

Finalmente pidió cuidar “ese turismo de jóvenes que hoy tiene Mar del Playa y que había dejado de venir porque había una decisión de la gestión anterior de combatir los espacios de nocturnidad y que,  por lo menos en la campaña en la que yo participé junto al propio Arroyo, nos comprometimos a no prohibir, sino a autorizar actividades en el marco de regulación y de reglamentos que se tenían que respetar. Si creemos que la reglamentación es prohibir, estamos en el camino equivocado. Hoy hay unos 20 mil turistas que tienen sus entradas para venir a este tipo de eventos, y prohibirlos lo único que hace es perjudicar a la imagen de Mar del Plata”

Por último solicitó “no ser hipócritas y tratar el tema con seriedad y profundidad, y no pensando en los golpes de efectos mediáticos que a veces se pueden convertir en un boomerang como es en este caso”