El Ejecutivo quiere que Marinello renuncie al bloque del PSP

Por no representar el posicionamiento del Ejecutivo respecto de la necesidad de modificar el régimen jubilatorio, el jefe de Gabinete reclamó públicamente que Fabio Marinello “se desvincule del bloque del PSP”. 

Al finalizar la sesión del pasado jueves 13, esa misma exigencia le habría sido planteada al parlamentario por parte de la Gobernadora. “No voy a renunciar y si quieren que me vaya expúlsenme del partido”, habría sido la respuesta del parlamentario.A menos de 4 meses de que venzan los actuales mandatos de los funcionarios electos, desde el Poder Ejecutivo se reclamó públicamente la renuncia del legislador Fabio Marinello a la bancada del Partido Social Patagónico. 

El planteo fue formulado ayer por el jefe de Gabinete, Sergio Araque, mediante una gacetilla de prensa, en la que señaló: “Le solicité al legislador Marinello que se desvincule del bloque del PSP pues su rol y posicionamiento durante la última sesión no representan en absoluto lo que el Ejecutivo provincial viene proponiendo y trabajando respecto de las propuestas sobre lo que se debe hacer con el sistema de seguridad social“. 

Consideró, además, como un agravante de la conducta cuestionada a Marinello el “haber sido quien pidió la palabra y solicitó el pase a archivo de un proyecto de reforma previsional  sin permitir la posibilidad de discusión legislativa del mismo y sesionar en las condiciones impuestas bajo presión por algunos dirigentes sindicales; no es en absoluto la posición del gobierno provincial”.

Los hechos referidos por Araque se remontan a los ocurrido en la sesión legislativa del pasado jueves 13 de agosto, en la que debía tomar estado parlamentario y ser girado a comisión un proyecto de reforma previsional presentado por el bloque legislativo del Frente para la Victoria. 

Ante tal posibilidad, diversos gremios estatales se convocaron frente al edifico que alberga el recinto de sesiones para impedir el desarrollo de la cuarta sesión ordinaria de la Legislatura. Las negociaciones entre parlamentarios y dirigentes sindicales habilitaron la posibilidad de sesionar a cambio de que la iniciativa en cuestión fuera girada sin más trámite al archivo.

Con la injustificada ausencia de las legisladoras Myriam Martínez (FPV), Susana Siracusa (PJ), Laura Rojo (PPP-Forja) y Amanda del Corro (PSP), que se sumó a las licencias de Juan Carlos Arcando (FPV) y Adrián Liendo (PP), los 9 legisladores presentes votaron favorablemente la moción de pase a archivo del proyecto del FPV formulada por Marinello. 

Si bien ayer resultó imposible contactar al cuestionado legislador del PSP, allegados al parlamentario  confiaron a EDFM que una vez finalizada la sesión Marinello recibió una llamada telefónica de la gobernadora Fabiana Ríos, quien tras reprocharle la conducta asumida le exigió que presentara su renuncia al bloque del PSP. La tajante respuesta recibida habría sido: “yo no voy a renunciar, y si quieren que me vaya expúlsenme del partido”. 

Esa recriminación y exigencia que hasta ayer se había mantenido en reserva se hizo pública, lo que no hace más que poner en evidenciar el innegable distanciamiento que existe desde hace largos meses entre Fabiana Ríos y Fabio Marinello, quien durante gran parte de la actual gestión gubernamental, además de haberse desempeñado como presidente del bloque legislativo oficialista, se había constituido en unos de los principales negociadores entre el Ejecutivo y los legisladores de la oposición. 

Las diferencias entre Marinello y el Ejecutivo comenzaron a marcarse a partir de las diferencias de criterio existentes en torno a cómo la gestión Ríos manejó en los últimos años la negociación salarial con el sector docente. 

Ello sumado a su reemplazo en la presidencia del bloque por parte de Amanda del Corro fueron poniendo a Marinello en un rol más marginal dentro del bloque, pero no dentro de la Legislatura, ya que sus pares lo ratificaron como integrante del Consejo de la Magistratura y convalidaron las designaciones de dos de sus más estrechos colaboradores en puestos de relevancia dentro del Parlamento; la de Marcela Scilletta como secretaria Legislativa y más  recientemente la de Pablo González como prosecretario Administrativo. 

Lejos de aquélla definición dada por Ríos en 2009, cuando sostuvo públicamente “la ética del ministro no es la mía” para tomar distancia de la conducta asumida por su entonces ministro de Gobierno Guillermo Aramburu durante el proceso de selección del juez Muchnik como integrante del Superior Tribunal de Justicia, ayer Araque justificó el pedido de alejamiento del bloque oficialista de Marinello argumentando que “su rol y posicionamiento durante la última sesión no representan en absoluto lo que el Ejecutivo provincial viene proponiendo y trabajando respecto de las propuestas sobre lo que se debe hacer con el sistema de seguridad social”. 

En sus declaraciones, el ministro Coordinador recordó que “desde el Ejecutivo Provincial y desde PSP hemos trabajado y militado la necesidad de reforma para garantizar la sustentabilidad del IPAUSS. En estos casi ocho años de gobierno - además de cumplir con muchísimo esfuerzos con el envío regular e ininterrumpido de los recursos que requería el organismo y que fueron creciendo de manera exponencial-enviamos trece proyectos con distintas medidas para morigerar o modificar de fondo el desfasaje que se va generando mes a mes, a partir de los distintos privilegios que se acordaron en el último semestre de 2007 y que progresiva y sistemáticamente desfinancian el sistema”. 

Cuestionó también al IPAUSS, a la que calificó como “una institución que no asume sus responsabilidades, requiere cada vez más recursos, no se pregunta cómo se generan, no establece prioridades, no reconoce la diferencia de los derechos y los privilegios y no propone ningún cambio, ya que no visualiza ningún problema, salvo las deudas del Estado, cuyo monto tampoco acuerda ni reconoce”.

Además, objetó la postura sustentada por los parlamentarios que, una vez finalizada la sesión del pasado jueves, habían justificado la decisión de aceptar el condicionamiento impuesto por los gremios para garantizar la paz social. “Creemos que la paz social se logra y mantiene a partir de la búsqueda equilibrada del diálogo, el consenso y el disenso. Con respeto y no por la imposición y la fuerza de una de las partes. Ni a las trompadas y con violencia, ni con represión estatal”, apuntó.  

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