La suba en el rendimiento de las Lecap permitió que los bancos refinanciaran los títulos en su poder, pero frena la actividad económica y es una amenaza para las cuentas fiscales.
Por: Marcelo Di Bari
Con una sensible suba de la tasa de interés, el Ministerio de Economía logró recaudar $ 7,6 billones en la licitación de títulos de este miércoles. De esa manera pudo refinanciar la totalidad de los vencimientos de este fin de mes.
Según el informe del secretario de Finanzas, Pablo Quirno, se suscribieron Lecap a vencer el 30 de septiembre, el 16 de enero y el 27 de febrero del año próximo por algo más de $ 3 billones. También se otorgaron letras ajustadas por la tasa Tamar (la mayorista para depósitos a plazo fijo por más de $ 1.000 millones) por $,6 billones. Los títulos ajustados por la cotización del dólar, que vencían a fin de septiembre y en enero próximo, no tuvieron oferentes.
Para los operadores, las claves eran dos: si los bancos, principales tenedores de los títulos a rescatar, aceptarían mantener sus tenencias en pesos; y cuál sería la tasa necesaria para ello. La primera pregunta se resolvió por la afirmativa: el roll over (proporción entre los títulos colocados y los vencimientos a cubrir) fue de 114%.
Y la segunda reveló el costo que debió pagar el gobierno por el éxito de la licitación: llevar la tasa de interés hasta el 75% efectivo mensual de la Lecap más corta. Eso significa que la colocación por un mes de plazo rendirá 4,81%, más del doble que la inflación estimada para ese período.
Esa sobretasa es el costo que deben mantener las autoridades para quitarle liquidez a la plaza y evitar disgustos con el dólar. Una nueva disparada en la cotización de la divisa, que ya apunta al techo de la banda de flotación, podría obligar al Banco Central a desprenderse de billetes para defender el peso. Este miércoles el dólar cerró en el Banco Nación a $ 1360, apenas 7% por debajo del límite acordado con el FMI.
En el mercado cunde la sensación de que semejante nivel de tasas es insostenible, porque arrastra detrás suyo a todas las líneas de crédito de financiamiento para empresas y porque además el elevado monto nominal de los intereses empieza a amenazar las cuentas fiscales.
“Obligaron a los bancos a tomar deuda mediante la suba de encajes y aun así tuvieron que convalidar tasas del 75% en una economía que proyecta una inflación del 25/30%. ¿Todo marcha de acuerdo al plan? ¿De verdad?”, preguntó en sus redes sociales el analista Christian Buteler.
“Las tasas no paran de subir. El costo financiero para el Tesoro y sobre la actividad es enorme. El mercado descuenta una devaluación después de las elecciones, así que la tasa que va a pedir va a ser mayor a medida que nos acerquemos al 26 de octubre”, afirmó Pedro Gaite, economista de la Fundación FIDE.
El sendero ascendente queda de manifiesto al ver la evolución de la tasa otorgada por el Tesoro en las sucesivas licitaciones quincenales. Entre mayo y junio oscilaba entre el 35% y el 40%; subió al 39% luego del desarme de las Lefi y en las últimas dos licitaciones de julio osciló entre el 47% y el 65%. En las dos convocatorias de agosto fue de 69% y 75%. ¿Hasta dónde llegará el gobierno en su intento por frenar la corrida hacia el dólar?
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