Por Agustín Maza

 

El ministro de Economía, Sergio Massa, anticipó este jueves desde Washington que desde abril habrá un nuevo dólar para las exportaciones del agro, en medio de la peor sangría de reservas del BCRA desde que se tiene registro a causa de la sequía. El objetivo es aliviar el impacto en la actividad, la brecha cambiaria y la inflación. El Directorio del FMI se reunirá este viernes para tratar la cuarta revisión del acuerdo, que gatillará un desembolso clave, y la flexibilización en la meta de acumulación de divisas. El país tiene que pagar al organismo más de USD17.000 millones este año, de los cuales USD3.400 millones no tendrán un correlato en desembolsos.

Desde el equipo económico detallaron a BAE Negocios que durante el fin de semana habrá reuniones con las diferentes cadenas del agro encabezadas por la Economía, la Secretaría de Agricultura, Aduana, Afip y Jefatura de Gabinete. El objetivo es poder tener listo el anuncio de un nuevo tipo de cambio para el complejo sojero por 30 días y otro para economías regionales como por ejemplo arroz, maní o vino, durante 90 días. Además afirmaron que la medida será acompañada con un acuerdo para no afectar el abastecimiento local ni los precios, en el marco de la aceleración de la inflación.

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“El desafío es impulsar esta medida para robustecer en el segundo trimestre las reservas y continuar el camino de estabilización que tiene que recorrer la Argentina”, explicó Massa. Los cálculos oficiales dan cuenta de que durante el período de vigencia de la medida podrían ingresar USD15.000 millones. A eso se sumará el compromiso por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco Mundial (BM) y Corporación Andina de Fomento (CAF) de sumar USD3.000 millones adicionales a los desembolsos previstos para este año.

Por otro lado, el Gobierno busca simplificar las cotizaciones con las que se realizan importaciones conocidos como son el dólar “Qatar” o “Coldplay”. “El segundo gran desafío es comenzar a recorrer un camino de simplificación cambiaria a los efectos de que todo eso que aparece bajo distintas denominaciones de dólar, empiece a trabajar y operar en un esquema más unificado", señaló el titular del Palacio de Hacienda.

En Economía afirmaron que estas definiciones tienen el aval del FMI en el marco del fuerte impacto de la sequía sobre el ingreso de dólares al BCRA. El organismo había sido crítico con los incentivos al complejo sojero que se aplicaron a finales de 2022, cuando tuvo que otorgar dispensas por violar su política contra los multiples tipos de cambio.

El Directorio del Fondo se reunirá este viernes para votar la aprobación de la cuarta revisión del acuerdo del que depende un desembolso por USD5.300 millones, según indicaron fuentes oficiales a pesar de que el caso argentino no aparece en el calendario del Board. De esos fondos USD2.700 millones se utilizarán para el pago que postergó el país la semana pasada.

También se discutirá una flexibilización de la meta de acumulación de reservas de USD3.500 millones para el primer trimestre y de USD2.000 millones para todo el año. Sin embargo, no habrá cambios por el momento en el objetivo de un déficit fiscal del 1,9% del PBI en 2023 a pesar del efecto de la seca en la recaudación.

Ese alivio no es suficiente para evitar una recesión, por lo que será importante el éxito en las nuevas medidas. La consultora Analytica resaltó que cumplir con la meta flexibilizada implica una caída del PBI de casi 7% en 2023 por el recorte necesario a las importaciones si no ingresan más dólares. Hay que tener en cuenta que el país debe cancelar al FMI USD17.200 millones hasta diciembre, mientras que el saldo entre pagos y desembolsos será negativo en poco más de USD3.400 millones este año.

El economista de Ecolatina, Santiago Manoukian, advirtió: "Al aplicarse un nuevo tipo de cambio diferencial, el alivio sería nuevamente de corto plazo, condicionando el ingreso de divisas en los meses subsiguientes". El último informe de la consultora proyectó que tanto del lado de la oferta como de la demanda, la actividad económica sufrirá un duro golpe este año que será, en definitiva, recesivo.