Dispuesto a colaborar con Rusia

Dispuesto a colaborar con Rusia

Trump visitará el viernes el edificio del Pentágono para revisar la estrategia contra el EI, el grupo jihadista al que el país del Norte bombardea en Siria e Irak desde 2014. El nuevo gobierno se muestra favorable a acercarse a Moscú: un claro giro en la política exterior.

El nuevo portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, aseguró ayer en su primera rueda de prensa que el gobierno del presidente Donald Trump está abierto a colaborar con Rusia en la lucha contra los jihadistas del Estado Islámico (EI).

Durante más de una hora de contacto con la prensa, Spicer dijo además que , pareciendo dar marcha atrás con promesas de Trump de expulsar a jóvenes indocumentados que llegaron al país de niños. Spicer, nuevo secretario de prensa de la Casa Banca, comenzó la rueda de preguntas y respuestas diciendo que la administración Trump -quien juró su cargo hace cuatro días- tenía “la intención de nunca mentirle” a la gente. 

El vocero de la Casa Blanca anunció además que Trump visitará el próximo viernes, por primera vez como presidente, el edificio del Pentágono para revisar la estrategia contra el EI, el grupo islamista radical al que Estados Unidos bombardea en Siria e Irak desde 2014.

El presidente discutirá la marcha de las operaciones contra los jihadistas con su recientemente confirmado secretario de Defensa, James Mattis, y con el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, dijo Spicer. El vocero dijo que el nuevo gobierno de Trump está dispuesto a coordinar con Rusia para luchar contra el EI. “Siempre que haya un modo de combatir al EI con cualquier país, tanto si es Rusia como otro, si compartimos intereses nacionales, no duden que lo haremos”, aseguró. Spicer dijo que la administración Trump está dispuesta a colaborar con cualquier país tanto en el terreno militar como el económico para combatir a los jihadistas del EI.

No obstante, el portavoz no quiso confirmar, como aseguró desde Moscú el Ministerio de Defensa ruso, que aviones de guerra rusos y estadounidenses hayan coordinado ayer por primera vez sus acciones para atacar posiciones del EI en Siria. Spicer recomendó referirse al Pentágono, que ha negado categóricamente que Estados Unidos esté coordinando con Rusia para bombardear al EI en Siria.

Un portavoz del Pentágono aseguró que “el Departamento de Defensa no está coordinando ataques aéreos con las Fuerzas Armadas rusas en Siria”. “El Departamento de Defensa mantiene un canal de comunicación con los militares rusos enfocado solamente para asegurar la seguridad de las tripulaciones y para evitar encontronazos entre miembros de la coalición estadounidense y las operaciones rusas en Siria”, indicó Eric Pahon, portavoz del Pentágono.

La llegada de Trump a la Presidencia de Estados Unidos hace prever un cierto acercamiento entre Estados Unidos y Rusia en lo referente al conflicto sirio y la lucha contra el EI, después de que el magnate alabara la estrategia rusa y dejara abierta la puerta a la colaboración.

La administración del ex presidente Barack Obama dijo en el pasado estar abierta a colaborar con Rusia, siempre y cuando los ataques se centraran exclusivamente en posiciones del EI, pero las negociaciones siempre se vieron frustradas por los divergentes objetivos estratégicos en la guerra civil siria. 

En la misma rueda de prensa, Spicer dijo que Trump no tiene como “prioridad” deportar a los jóvenes indocumentados que llegaron al país de niños (conocidos como soñadores) y a los que Obama concedió un alivio migratorio. El portavoz también dijo que Trump sigue decidido a “construir el muro” en la frontera con México y que “está haciendo todo lo que puede para instruir a las agencias y al Congreso para comenzar ese trabajo lo más pronto posible”, sin dar más detalles.

Spicer afrontó una pregunta sobre la posibilidad de que Trump acabe con la orden ejecutiva de Obama conocida como DACA, que protegió a los llamados “soñadores”. “Lo primero que va a hacer es instruir a las agencias para que se centren en aquellos (indocumentados) que tengan un historial criminal o que presenten una amenaza para el pueblo estadounidense. Esa va a ser la prioridad, y después vamos a seguir examinando qué hacer con el resto de gente que está aquí” ilegalmente, dijo Spicer.

Con esa breve respuesta, el portavoz no llegó a descartar que Trump pueda cancelar el decreto de Obama, que ha permitido a unos 750.000 jóvenes indocumentados tener la garantía de que no serán deportados, aunque sin llegar a regularizar su situación migratoria, algo que solo puede hacer el Congreso estadounidense. No obstante, Trump podría acabar con el decreto de Obama y aún así no deportar a los “soñadores”, quienes simplemente perderían la garantía de protección que les ha dado seguridad y les ha permitido continuar sin miedo con sus estudios y su carrera laboral.

Tras ganar las elecciones del 8 de noviembre pasado, Trump afirmó que expulsaría a los que tienen “antecedentes penales”, cerca de tres millones, en vez de al total de 11 millones de indocumentados a los que prometió deportar durante la campaña.

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