En medio de un clima de tranquilidad, lejos de las tensiones registradas durante la semana pasada, unos 50 operarios de la empresa Salvatori trabajaban ayer en la puesta en valor del interior del parque Centenario, mientras en todo su entorno puesteros legales y manteros ilegales ofrecían sus mercancías sin obstáculos.

Los trabajos de recuperación del espacio verde, que fueron legitimados por la Justicia porteña, incluyen la colocación de 800 metros lineales de reja perimetral, que permanecerá cerrada de 22 a 8 para evitar actos de vandalismo e intrusiones.

No obstante, explicó ayer el ministro de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli, el cerco perimetral será dispuesto de manera tal que permitirá el acceso a las cuatro postas aeróbicas y a los tres caniles situados en el perímetro del parque, para que pueden utilizarlos los vecinos que realizan actividad física y pasean a sus animales en horario nocturno.

Cuando las obras culminen, alrededor del 18 de este mes, este tradicional pulmón verde de Caballito tendrá renovados 476 luminarias, 50.000 m2 de césped, 144 cestos de basura, 50 bancos, una decena de obras de arte allí emplazadas, los dos núcleos de sanitarios, la fuente principal y las columnas de agua del lago artificial.

Por un total de 10 millones de pesos, además, comenzó a instalarse un sistema de riego automático, que será programado para que funcione dentro del horario que el parque no recibirá visitas, para no molestar a los usuarios.

Según estimaciones oficiales, cada fin de semana visitan el espacio verde unas 30.000 personas, convocadas tanto por el paisaje de las 12 hectáreas del parque como por las ferias de libreros, artesanos y manualistas que, con permiso oficial, venden sus confecciones en distintos rincones del lugar.

Paralelamente, fue surgiendo sin amparo legal una cadena de puesteros que, sobre mantas, exhiben mercaderías de todo tipo. Ayer, por ejemplo, se podía adquirir desde productos de limpieza fraccionados hasta martillos y candados, pasando por artículos de la línea Barbie y choripanes y hamburguesas.

Según el Ministerio de Ambiente y Espacio Público, hay unos 2500 vendedores dentro y alrededor del parque Centenario. De ellos, apenas unos 650 son libreros, artesanos y manualistas habilitados.

Concluidas las obras de infraestructura, la Subsecretaría de Uso del Espacio Público deberá consensuar con los feriantes y los vecinos quiénes y en qué ubicaciones podrán seguir trabajando en el pulmón verde.

Según se aseguró, todos los feriantes ya inscriptos y registrados continuarán habilitados. En tanto, se intentará erradicar a los puesteros ilegales que, en algunos casos, disponen de mercadería de dudoso origen.

Como se recordará, las obras de puesta en valor y reordenamiento del parque Centenario, enrejado perimetral incluido, cuentan con el respaldo de la mayoría de los vecinos de la zona. Pero los vendedores ilegítimos, grupos reducidos de vecinos y militantes políticos opositores al gobierno de Mauricio Macri resisten la iniciativa oficial, lo que provocó serios disturbios durante la semana pasada.

Finalmente, la Justicia en lo contencioso administrativo de la ciudad dio luz verde para que el gobierno porteño avanzara con los trabajos. "Lo importante es que el parque va a tener seguridad y mantenimiento, de modo que lo puedan disfrutar las familias", sostuvo Santilli.