Detuvieron al jefe policial de San Isidro sospechado de liberar zonas para que se pudieran cometer robos

El máximo jefe policial del partido bonaerense de San Isidro quedó detenido ayer acusado de "encubrimiento", porque se sospecha que habría liberado la zona para que delincuentes comunes llevaran adelante distintos robos.
El acusado es el comisario inspector Raúl Papa, quien estaba a cargo de la Jefatura Distrital de San Isidro, hasta que esta madrugada fue arrestado en su casa por orden de la Justicia.

Ahora, el Ministerio de Justicia y Seguridad de la provincia de Buenos Aires, a cargo de Ricardo Casal, ordenó el pase a disponibilidad del efectivo, hasta que se aclare su situación judicial.

Mientras tanto, el fiscal de San Isidro Patricio Ferrari analizaba los elementos en la causa y se disponía a indagar al comisario Papa, para saber si el imputado podía explicar una serie de contactos telefónicos que habría tenido con delincuentes.

Es que una investigación policial abrió sospechas sobre una presunta conexión entre el comisario inspector Papa y un par de jóvenes que habían sido arrestados a principio de mes, cuando intentaron robar a un empresario en la zona de Las Lomas de San Isidro, indicaron fuentes allegadas a la causa.

Aquel robo -ocurrido el 5 de octubre pasado- se frustró cuando la mujer del empresario tomó un arma y comenzó a disparar al aire, a raíz de lo cual los ladrones huyeron en el auto de la víctima, chocaron y terminaron detenidos.

Entre sus pertenencias se encontraron varios teléfonos, chalecos antibalas, escudos y gorras de la Policía Bonaerense y un arsenal de armas y cartuchos.

Lo concreto es que detectives de la Delegación de Investigaciones de San Isidro desplegaron una investigación que, en el entrecruzamiento de llamadas, detectó que habrían existido comunicaciones entre uno de los arrestados y el jefe de la Distrital.

En ese marco, el fiscal Ferrari dispuso el arresto como sospechoso del delito de "encubrimiento", por la presunta liberación de la zona para que los delincuentes actuaran sin correr riesgo de ser arrestados. Enterada de la noticia, la Municipalidad de San Isidro salió a celebrar la detención, mostró preocupación por este tipo de hechos y se despegó del comisario cuestionado.

"La designación de jefes policiales es exclusivo resorte de las autoridades provinciales competentes. San Isidro nunca ha solicitado o sugerido nombres para la designación de comisarios o jefes para que ocupen cargos en el ámbito jurisdiccional del municipio", dijo en un comunicado la administración de Gustavo Posse.

Y añadió: "Sin embargo, San Isidro ejerce el derecho legítimo de exigir su reemplazo en caso de incompetencia en cuanto al cumplimiento de las leyes y normas fijadas para el desempeño de la Policía de la Provincia de Buenos Aries".

Incluso, voceros municipales afirmaron que ya habían advertido desde hace unos meses "una sucesión de hechos similares con un mismo 'modus operandi'" y por ello se realizaron "presentaciones ante el Ministerio Público Fiscal, respecto de indicios de ineficiencia o inacción policial ante el delito".

Por su parte, desde el ministerio de Casal remarcaron que se dio intervención de la Auditoría General de Asuntos Internos en la investigación del hecho y se remarcó que la investigación fue realizada por efectivos de la DDI San Isidro, a cargo del comisario mayor Marcelo Peña, bajo las órdenes del Superintendente de Investigaciones de la Policía Bonaerense, el comisario general Roberto Castronuovo.

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