Después del lavado de cabeza, los coroneles de Garro se reivindicaron en el territorio

Después del lavado de cabeza, los coroneles de Garro se reivindicaron en el territorio

Cuando analizó los resultados de las PASO, el intendente apuntó al nudo de lo que consideró fue la causa en la merma de votos que lo dejó a diez puntos del Frente de Todos. Pidió mayor compromiso de sus jefes territoriales y lanzó la campaña “barrio x barrio” con la cual dio vuelta la elección. 

Muchos de los referentes territoriales que responden al intendente Julio Garro lograron revertir lo que en las PASO asomó con una crisis de peso político en los barrios. En aquella oportunidad no habían podido despegar el cuerpo de la boleta local de la magra elección que había hecho el presidente Mauricio Macri y la lectura inmediata fue que el mensaje en defensa de la gestión local no había llegado para sobreponerse al malestar por la profunda crisis económica nacional. Varios factores parecen haber concurrido para que el análisis resulte distinto tras las generales del 27 de octubre: una de ellas es que el propio presidente tuvo un llamativo repunte, otra es la estrategia de municipalización del mensaje con la campaña “barrio x barrio” precedida de la arenga y el lavado de cabeza del intendente a sus funcionarios y legisladores encargados del manejo de cada metro cuadrado.

Eso se tradujo en acciones concretas en la calle. Algunas involucraron al propio intendente e incluyeron un cambio en su propia imagen personal y en el mensaje. Pero otras se tradujeron en cuestiones menos explícitas pero evidentes para cualquier observador: el reparto de boletas comenzó antes y tuvo mayor intensidad, las delegaciones se involucraron más con los temas vecinales, los funcionarios, concejales y militantes salieron todos los días a repartir la publicación con los logros de la gestión y las propuestas de gobierno.

Las luces LED, las cámaras de seguridad, las obras hidráulicas y planes de prevención de inundaciones, los servicios y la mayor presencia policial fueron mensajes machacados en las recorridas que se repitieron sistemáticamente durante los 77 días que separaron una elección de la otra.  

El resultado fue contundente. Garro sumó 11 puntos para trepar del 37 al 48 por ciento entre una elección y otra. Lo logró profundizando la distancia que había alcanzado en el casco urbano, pero también dando vuelta el resultado en secciones claves o reduciendo la diferencia a una mínima expresión en sectores donde el peronismo se había impuesto más claramente.

La comparación global es contundente: en las PASO, Juntos por el cambio se impuso en solo tres localidades de las 23 que existen: el casco urbano, Gonnet y Villa Castells. En las generales del domingo pasado el triunfo oficialista se extendió a 15 delegaciones. Y Buena parte de ellas concentrar el grueso del electorado platense.

CASO POR CASO

Garro puso a prueba la capacidad de reacción de sus “coroneles”, quienes respondieron con las planillas ganadores. Aparecen –por ejemplo– los casos de los dos que integraron la lista de concejales y son funcionario de peso en el equipo de gobierno, Darío Ganduglia y Nelson Marino.

Si se mira el mapa friamente podría decirse que uno tuvo mejor suerte que otro, pero reportaron una mejora sensible respecto de agosto.

El secretario de Seguridad y primer candidato a concejal es el responsable de Los Hornos, una de las zonas más pobladas del distrito. En las 167 mesas que funcionaron allí el oficialismo dio vuelta la elección como si fuera un guante: en las PASO, el Frente de Todos se había impuesto con el 45,70% de los votos contra el 32,12% de Juntos por el Cambio. Los resultados provisorios muestran que en las generales la boleta de Garro llegó al 44,71% y la de Florencia Saintout cayó al 39,51%.

Nelson Marino, quizá el dirigente cercano al intendente que domina el territorio más extendido, pudo reportar resultados positivos pese a que es el “dueño” de la mayoría de los lugares donde el oficialismo perdió. Revirtió las derrotas en Villa Elisa, Hernández y Olmos y redujo sensiblemente la distancia en Romero, San Carlos, Arana, El Peligro, Abasto, Arturo Seguí y El Peligro. La mayor parte de las zonas pintadas de azul.

Algunos casos testigo muestran que el secretario de Gobierno protagonizó las batallas más complicadas para el oficialismo:

*En las 52 mesas de Villa Elisa pasó de perder 44,62% a 35,73% a vencer 44,42% a 40,37%.

*En las 22 mesas de Hernández había perdido por 19 puntos 49,29% a 30,59% y terminó ganando por 4: 44,10% a 40,53%.

*En las 46 mesas de Olmos, el peronismo había ganado con 48,08% a 31,59% de Juntos por el Cambio. En las generales el oficialismo dio vuelta y se impuso 42,45% a 40,88%.

*San Carlos es una de las delegaciones donde Garro perdió, pero logró achicar mucho la distancia hasta conseguir un virtual empate en las 97 mesas: pasó del 43,75% a 28,57% de las PASO al 42,45% a 42,12% de las generales.

*Romero es uno de los territorios más hostiles. Saintout se impuso por 16 puntos pero con recorte significativo respecto de las PASO en el que la distancia había sido de 35 puntos. En las 54 mesas la distancia había sido de 58,59% a 23,58% y el domingo fue de 50,53% a 34,34%.

*En El Peligro Garro sufrió la peor derrota a manos de Saintout: la diferencia fue de 29 puntos el último domingo. De todos modos la distancia fue menor a los 41 que se registraron el 11 de agosto.

Altos de San Lorenzo es la localidad del sur del distrito bajo la responsabilidad de uno de los peronistas del Gabinete, Marcelo Leguizamón, el secretario de Espacios Públicos. Allí fue derrota para el oficialismo pero con un recorte extraordinario respecto de las PASO: en aquella oportunidad había sido de 21 puntos (50,51% a 28,90%) y el domingo fue de solo 4 puntos (44% a 40,62%).

Tan extraordinaria fue la “voltereta” que se dio en Villa Elvira, la inmensa zona gestionada políticamente por otro de los peronistas, el secretario de Obras Públicas Luis Barbier, junto con sectores radicales relacionados con Claudio Fragul. En las 153 mesas que se dispusieron allí la candidatura de Garro revirtió una derrota por 18 puntos (49,59% a 31,27%) en una victoria por dos puntos (43,15% a 41,26%).

En las 105 mesas de Tolosa, donde las responsabilidades son compartidas entre la presidenta del Concejo Deliberante Ileana Cid y el concejal de la Coalición Cívica Javier Mor Roig, lo que fue derrota de 43,47% a 37,38% se convirtió en triunfo por 48,4% a 37,64%.

La ola ganadora potenció incluso a quienes en las PASO habían estado a cargo de las pocas localidades en las que Garro se impuso. Es el caso del superpobladdo Casco Urbano, bajo el comando general del ex presidente del Concejo Deliberante Fernando Ponce se estiró la distancia de 5 a 11 puntos. Pero también en las localidades como Villa Castells y Gonnet, controladas por el senador Juan Pablo Allan. Este también tiene responsabilidad en City Bell, donde Garro convirtió en victoria una derrota: había perdido 42,57% a 37,51% pero terminó ganando 49,17 36,19%.

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