La democracia de San Luis festejó su aniversario en Terrazas

La democracia de San Luis festejó su aniversario en Terrazas
A pesar de la lluvia, los puntanos disfrutaron de una velada que repasó los últimos 30 años de la vida política local.

Sol, nubes, lluvia, viento y de nuevo lluvia; casi como si el clima hubiera reflejado en una sola noche, los 30 años de la Argentina democrática. Así fue la velada en la que los puntanos celebraron que desde el ’83 tienen un gobierno elegido por el pueblo, que se consolida con cada nueva elección. La ceremonia fue el miércoles en Terrazas del Portezuelo, hasta donde se trasladaron unas 2 mil personas que recibieron una distinción por haber ocupado cargos políticos en la provincia después de la última dictadura militar.

Antes de empezar con el acto en la plaza cívica de la casa de gobierno, los homenajeados tenían que pasar por el Salón Blanco y buscar un diploma y una medalla de plata que agradecía su participación en la democracia local. Para que fuera más organizado, los galardones estaban divididos por departamentos y cada personalidad, o algún familiar en caso de que no pudiera asistir o hubiera fallecido, debía acercarse a la mesa de su región para retirarlos. No ocurrió lo mismo con los que asumieron en el ’83, ya que ese grupo obtuvo una distinción especial de oro al final de la celebración.

Pero la previa al festejo también sirvió como espacio de encuentro para que los dirigentes, incluso de diferentes colores políticos, se encontraran, dialogaran y hasta posaran para la foto de varios medios de la capital y el interior. Fue el caso de Claudia Rocha, flamante concejal de San Luis por el radicalismo, y Carlos Rosso, que dejó su banca en el legislativo municipal y ahora es vicerrector de la Universidad de La Punta, quienes se abrazaron y felicitaron por sus nuevas ocupaciones, a pesar de pertenecer a distintos partidos.

Después de obtener su reconocimiento, los ex funcionarios pasaban por una alfombra roja que los guiaba desde la puerta del Salón Blanco hasta el ingreso a la plaza cívica, donde estaba el escenario y tres grandes sectores para ubicar a los invitados: al centro los que se llevaron la medalla de oro y a los costados, el resto de los homenajeados y los familiares. Atrás, estaba el espacio para el público puntano que quiso acompañar la jornada democrática. Pero la lluvia complicó los planes de la organización y retrasó más de una hora el inicio de la ceremonia, ya que la comisión que estaba a cargo del festejo decidió esperar que pasara la tormenta para empezar.

Los tres gobernadores elegidos por el pueblo, Adolfo y Alberto Rodríguez Saá y Claudio Poggi, fueron los últimos en llegar a la plaza, aunque su aparición en grupo desató una ovación.

La ceremonia comenzó con una versión del Himno Nacional interpretada por músicos locales, como el Grupo Piano y Hugo Sosa. Si bien los artistas estaban sobre el escenario, detrás en la pantalla, se los veía cantar en diferentes paisajes puntanos: la capital, el río, las Salinas y la réplica del Cabildo de La Punta. Después vino un minuto de silencio acompañado con otra proyección, en la que se detallaron los nombres de todos los políticos que ocuparon cargos desde el ’83 y ya fallecieron. El último video fue un recorrido por las tres décadas democráticas y cómo fue el retorno a la vida política en la Nación y en San Luis. Y entre las principales paradas del viaje en el tiempo estuvieron las elecciones del ’83, la asunción de los nuevos gobernantes, los levantamientos militares, los cambios de mandato, la reforma constitucional, la crisis de 2001, la consolidación del modelo de gestión puntano, el Plan de Inclusión Social y los conflictos que atraviesa el país en la actualidad.

Antes de la entrega de medallas, estaba previsto que Poggi disertara frente a todo el público. Pero la naturaleza volvió a jugar una mala pasada y la lluvia azotó a la capital con tanta fuerza, que el acto debió ser trasladado al Salón Blanco, donde improvisaron un escenario para hacer gran parte de la premiación. Lo mismo ocurrió con los dirigentes y el público, que corrieron hasta la nueva sede del festejo para evitar mojarse. Aunque la precipitación obligó a suspender los espectáculos de música y baile que estaban previstos, las Cien Guitarras Mercedinas sorprendieron con cuecas y tonadas a los que se quedaron hasta el final de la ceremonia.

Comentá la nota