No hay monopolio en el mercado de venta mayorista, pese a que la compañía acumulará casi un cuarto de las ventas del sector en el país. Por dos años podrá usar el nombre de la familia fundadora.
Desde el viernes pasado, el mayorista Makro tiene las manos desatadas en Córdoba.
Tras casi un año de espera, la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), un organismo del Ministerio de Economía y Finanzas que funciona bajo el ojo vigilante del secretario de Comercio, Guillermo Moreno, le autorizó a la empresa la adquisición de las dos bocas del mayorista local Tarquino.
La luz verde fue confirmada por fuentes empresariales con acceso al expediente, documentación en la que el punto central a dilucidar era si al pasar a tener 25 sucursales (en el futuro serán 31) y el 26 por ciento de participación en el mercado del país, Makro detentará una posición dominante frente a sus competidores.
Makro, un mayorista de alimentos y otros productos, cerró prácticamente en una misma jugada anunciada oficialmente a fines de abril del año pasado –pero que venía desde 2008– la compra de Tarquino y de Basualdo, un proveedor de artículos de limpieza e higiene personal creada en San Juan.
Se trata de dos empresas familiares que ahora pasarán a estar bajo el control de SHV Holdings, la compañía internacional que conduce al mayorista y que prevé invertir 480 millones de pesos hasta 2011, de acuerdo con los anuncios realizados en su momento.
La transferencia del capital accionario de Tarquino pegó fuerte en el ambiente empresarial de Córdoba, dado que se trata de una empresa familiar con raigambre en el sector almacenero, donde consiguió construir una cadena de 300 "negocios amigos" a los que brinda precios y servicios diferenciales para fidelizarlos.
Toda la operación se realizó en el marco de una estricta cláusula de confidencialidad, razón por la cual no se conocen aspectos vinculados con el valor de la transacción ni otros detalles, como las inhibiciones de carácter comercial para desempeñar igual actividad, que generalmente se incluye para la parte vendedora.
Tras la firma del primer acuerdo, en los primeros meses de 2009, se elevó la documentación para su aprobación en la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, en tanto que a mediados del año pasado un nuevo gerenciamiento enviado por Makro se hizo cargo de la operación general del mayorista, aunque su titular, Hugo Tarquino, continuaba desempeñando las acciones formales de corte legal.
Sin embargo, los plazos para resolver si existía o no una acción monopólica llevó más tiempo del esperado y por momentos hizo temer por el futuro de la transacción.
En otros casos donde se discutía lo mismo –como la fusión de dos empresas de televisión por cable– las resoluciones del ministerio encabezado por Amado Boudou se tomaron en menos de seis meses. También existen situaciones, que inciden en Córdoba, en las que han transcurrido seis años sin que la comisión se haya pronunciado.
Tarquino fue fundada en 1961 en las cercanías del Mercado Norte de Córdoba para comercializar fiambres y quesos.
Una de las ramas de la familia, la que finalmente le dio estructura de hipermercado a aquel negocio inicial, tuvo incluso un frigorífico para la faena de cerdos y la producción de embutidos.
En 1993, los Tarquino ampliaron la actividad a una fábrica de pastas y en 1999 Hugo Tarquino invirtió los ahorros familiares en la construcción del centro comercial de Juan B. Justo y Circunvalación. La idea pegó fuerte en los almaceneros, que encontraron fiambres y lácteos a precios que les permitían competir con los supermercados.
Plaza competitiva
Grandes billeteras. Con la compra de Tarquino por parte de Makro, la plaza Córdoba adquiere un dinamismo donde la actividad mayorista queda definitivamente en manos de grandes jugadores de capital nacional y también del exterior.
Cuatro en pugna. En el rubro alimentario y de no perecederos, Makro compite con Diarco, Yaguar y Maxiconsumo. Los capitales de menor tamaño, en tanto, ahora se ciñen a firmas como Don Juan y Mariano Max.
250 empleados
El híper Tarquino reúne entre sus dos bocas de atención al público –en calle Oncativo y
en Juan B. Justo y Circunvalación– 250 empleados directos. Estos pasarán a formar parte de la nueva empresa encabezada por Makro
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