Por Paula Lugones

En una ciudad plagada de vallas, sirenas, autos negros y miles de custodios y agentes de seguridad, el presidente estadounidense Barack Obama y más de 50 líderes del mundo están reunidos desde este jueves en Washington para intentar frenar el cada vez más inminente peligro de que material nuclear caiga en manos de terroristas o de países hostiles como Corea del Norte.

En el comienzo de la Cumbre sobre Seguridad Nuclear, Obama reclamó la necesidad de lograr un mundo libre de armas atómicas. En una nota publicada en The Washington Post el presidente estadounidense señaló que “de todas las amenazas a la seguridad global y a la paz, la más peligrosa es la proliferación y el posible uso de armas nucleares”, dijo Obama. La Cumbre tiene como principal objetivo “impedir que los terroristas obtengan y utilicen armas nucleares”.  Anoche, el estadounidense recibía a los mandatarios en una cena de trabajo en la Casa Blanca. El presidente Mauricio Macri era uno de los invitados y oradores principales de la Cumbre.  El ex vicecanciller Roberto García Moritán, que es el “sherpa” o el guía que ha venido representando a la Argentina ante la Cumbre, resaltó a Clarín la importancia de este encuentro.

“Lo que ha ocurrido el otro día en Bruselas ha sido muy grave porque las informaciones indican que uno de los atentados iba a estar dirigido a una planta nuclear belga. Y esto es solamente un ejemplo. Anualmente hay cerca de 140 incidentes nucleares de distinto tipo de pérdida, sabotaje, robo de materiales nucleares. El año pasado de esos 140 incidentes, seis fueron atribuidos a ataques terroristas. No tuvieron demasiadas consecuencias o repercusiones, hubo acción policial inmediata, pero representan evidentemente un riesgo que los Estados tienen que prevenir y sobre todo trabajar juntos ”.

La Cumbre, que finaliza el viernes, también ofrece un marco para importantes reuniones bilaterales. Obama se encontró con el primer ministro japonés Shinzo Abe y la presidenta surcoreana Park Geun-hye, y dejaron en claro su preocupación por las ambiciones nucleares de Corea del Norte.

“La cooperación trilateral en seguridad entre los tres países es indispensable para mantener la paz”, dijo Obama tras el encuentro. También por ese motivo Obama se reunió con el presidente chino Xi Jinping, considerado como uno de los grandes influyentes del gobierno norcoreano.

Una de las ausencias más significativas de la cumbre es la de Rusia. El faltazo de Vladimir Putin, que preside la segunda potencia nuclear del planeta, marca la tensión entre EE.UU. y el Kremlin. El asesor adjunto de seguridad nacional de Obama, Ben Rhodes, afirmó a los periodistas que la ausencia de Rusia es “contraproducente” y la vinculó a una “declaración política” por parte de Moscú debido a las diferencias con Washington en asuntos como el conflicto en Ucrania.

La cumbre se ocupará de los riesgos de que terroristas accedan a material nuclear y por primera vez se abordará formalmente la amenaza del ISIS. “Al final de la Cumbre pondremos el foco internacional en qué medidas adicionales debemos tomar a la luz de la terrible tragedia en Bruselas”, dijo Obama sobre los atentados del martes de la semana pasada. La Casa Blanca, en tanto, señaló ayer que Italia está entre los aliados más estrechos de Estados Unidos, junto con Alemania, Gran Bretaña y Francia en la lucha contra el ISIS.

Consultado sobre el potencial del ISIS, García Moritán señaló que no cree que el grupo terrorista tenga condiciones científicas y tecnológicas para una bomba en el sentido tradicional. Pero agregó que “la bomba sucia sí es posible porque existe una variedad de alternativas. Puede ser por ejemplo que roben material fisionable como el uranio. Si a ese uranio lo mezclan con un explosivo convencional, causa un problema serio”.