Culminó la primera Asamblea Eclesial convocada por Generación Francisco

La desigualdad, el desempleo, la injusticia social, el narcotráfico, y la agresión a la naturaleza fueron los temas que más preocupan mientras el liderazgo de Francisco y la solidaridad de los más humildes son motivo de esperanza.

Laicos comprometidos con la realidad histórica y pastores con “olor a oveja”, el gran desafío Con un plenario en el que se discutieron y aprobaron las conclusiones elaboradas en base a las dos sesiones anteriores que había realizado, se dio por concluida la primera Asamblea Eclesial convocada por la Red Generación Francisco.

Las tres sesiones en las que se desarrolló la Asamblea por el sistema de teleconferencia contó con la presencia de un centenar y medio de participantes de distintas provincias de Argentina y algunos de países de América Latina.

“Se trató de una experiencia piloto para probar el método de convocar a reuniones virtuales, dada las restricciones a las reuniones presenciales impuestas por la pandemia” manifiesta Jorge Benedetti, uno de los organizadores. Agrega que la invitación se hizo persona a persona.

Eva Cassano, encargada moderar la Asamblea, explica que “las conclusiones que se fueron elaborando en grupos de doce personas, permitió la participación activa de la totalidad de los concurrentes que pudieron expresar en forma breve sus puntos de vista acerca de la temática planteada, posibilitó un rico intercambio donde debatían personas de distintas edades, zonas geográficas, oficios, con militancia en distintos tipos de pastorales y también en diferentes prácticas en el ámbito social, cultural, educativo, sindical y político, en su inmensa mayoría laicos aunque también se sumaron algunos sacerdotes y religiosos”.

Pamela Encina comenta que se tomaron actas de todas las exposiciones y luego se hizo una síntesis de las mismas. Las mismas estuvieron a cargo de Pablo Cassano que expresa que, respondiendo a la pregunta de cuáles eran los hechos de la realidad que más dolor causaban y cuales los que eran una nota de optimismo y esperanza fueron los siguientes: “en el primer tema se acentuaron problemática tales como la injusticia social y la desigualdad, el abuso de la Tierra y la falta de trabajo agravados por los efectos de la pandemia.

Asimismo, la situación de exclusión de los sectores populares, la falta de futuro ante la carencia de un proyecto común, el aumento del narcotráfico y la carencia de liderazgos todo tipo que de conduce a la desorientación popular y la falta de escucha al pueblo”

Sin embargo, añade Cassano, “ son motivo de esperanza la presencia del Papa Francisco y su liderazgo moral sobre la humanidad, las acciones de solidaridad organizadas o espontáneas , la presencia de las organizaciones populares donde se destaca la acción de la mujer y de los jóvenes, las personas creyentes de distintos credos que se juntan en acciones de bien común, la acción de los curas villeros, de los hogares de Cristo, los clubes de barrio y distintas y nuevas formas de organización comunitaria”.

Al responder a la pregunta de cuáles son los compromisos que se deben reforzar, hubo acuerdo de que es necesario fortalecer la afirmación de la comunidad y alentar todas sus expresiones orgánicas, favoreciendo la participación popular en las decisiones, intensificar el trabajo por una ecología integral, comprometerse a ser una Iglesia en salida y lograr un mayor compromiso de los laicos con la transformación de la realidad y en un cambio de conducta que lo haga abandonar sus tendencias clericales. También se destacó la necesidad de más pastores “con olor a oveja” que salgan al encuentro del pueblo.

En cuanto a la Iglesia, las conclusiones giraron en torno a tener una actitud más cercana a los pobres, acompañándolos en la búsqueda de soluciones, reconocer la espiritualidad popular y darle el lugar que le corresponde, responder a la situación de la pandemia, acogiendo, escuchando y recibiendo la vida como viene, estar más atentos a las orientaciones del pontificado de Francisco siendo solícitos a sus consejos e iniciativas pastorales e incrementar la formación en los principios de la Doctrina Social de la Iglesia.

Luego de aprobar las conclusiones, se insistió en la necesidad de cada uno de los presentes replique la experiencia de la asamblea en sus comunidades con el formato que la pandemia permita y varios de los presentes expresaron que ya lo están haciendo contándose diez proyectos de asambleas en distintos puntos del país. Asimismo, se expresó la satisfacción de haber llevado adelante esta experiencia a la que nos ha convocado el Papa Francisco y el CELAM.

Para terminar Víctor Lupo anunció la próxima realización de un foro temático sobre el tema del deporte y manifestó que en pocos días se habría de iniciar una nueva asamblea, con personas que por razones técnicas no pudieron ser incluidas en esta reunión virtual y deseaban participar.

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