El juicio político al ministro de Obras Públicas Jorge Varela por la inacción en la obra del Megaestadio, activó otros resortes: se suponía que ese sería uno de los impactos inmediatos de la decisión.

En medio de esos ánimos de revisión, la causa que está desde hace largo tiempo en el Poder Judicial es mirada con otros ojos: el diputado Hugo Pérez (Frente Pampeano), que impulsa una investigación por hechos de corrupción en relación a esa obra, decidió este jueves presentarse ante el fiscal general Guillermo Sancho, para decirle que estaba dispuesto a dar un testimonio de importancia para el expediente.

La visita incluyó una sorpresa, fruto de la casualidad: cuando Pérez llegó al despacho de Sancho, salía del lugar el exministro de Gobierno, Justicia y Seguridad César “Gogo” Rodríguez.

Rodríguez, que fue funcionario jorgista y fue alejado del cargo, fue quien hizo la presentación por el tema ante el Poder Judicial. En realidad, la historia comenzó con declaraciones de Pérez aludiendo a los hechos de corrupción en esa obra. Rodríguez, en ese momento ministro, le envió una carta-documento pidiéndole pruebas. Y decidió acudir a la Justicia, no se sabe si con la idea de acusar luego a Pérez por supuestas calumnias o injurias.

La cuestión es que a partir de esa movida, hay una causa judicial que posa la lupa sobre el Megaestadio. Y Pérez quiere brindar su versión de los hechos. En diálogo con El Diario, el legislador recordó que él participó en dos denuncias: una ante la Justicia en 2009, que archivó Alejandra Ongaro; y en 2011 ante la Fiscalía de Investigaciones Administrativa.

Pérez le dijo aquella vez al entonces ministro Rodríguez que “cuando la justicia me requiriera iba a alcanzarle las pruebas”.

“Hoy a la mañana (por este jueves) lo fui a ver al fiscal”, dijo Pérez. “Le dije que me llama la atención, porque al primero que tienen que llamar a declarar es al que habló. Que me pregunten por qué dije que había corrupción, etcétecra... Le dije que quería declarar, que tenía mucho para aportarle”, señaló el legislador.

Confirmó que “justo cuando llegué, salía ‘Gogo’ Rodríguez”. Sancho le dijo que “esto recién empieza”, en referencia a la causa. Pero el diputado del FrePam hizo notar que ya contrataron a dos peritos para hacer evaluaciones respecto de si se gastó en la obra un dinero compatible con su avance.

El diputado señaló: “Uno de los ítems determinantes (para adjudicar la obra) era que había que tener experiencia. Incluso se presentó Riva, pidió los pliegos, compró y mandó notas pidiendo especificaciones, sobre todo del techo. Nunca le contestaron, y por eso no se presentó”, dijo.

Para el diputado está claro que hubo “una actitud deliberada para evitar que esa empresa se presente. Hay cuestiones de corrupción. El tema no pasa solo por que las cuentas cierren. Insisto en que sería importante mi testimonio”.

Sancho -completó Pérez- “adujo que no cerró la causa, dijo que va a tener en cuenta la sugerencia y espera el informe de los peritos”.

Varela, en su descargo ante los diputados prvoinciales en un informe que giró a principios de agosto, no dudó en afirmar que el vernismo licitó a contramano de la ley. El funcionario aseveró que el pliego de bases y condiciones se confeccionó en contradicción a lo establecido por el artículo 11 de la Ley de Obras Públicas. “Se dio inicio al trámite de licitación sin tener toda la documentación legal y técnica indispensable”, denunció.

“Esta falencia se acentuó cuando los técnicos de la administración aprobaron la estructura que tuviera la falla en el primer cálculo, particularmente nos referimos a la intervención y aprobación por parte de la Dirección de Obras Básicas”, afirmó Varela.

El director de Obras Básicas designado por Carlos Verna cuando asumió como gobernador fue Alberto Raúl Canciani. “La actual administración decidió hacer frente y corregir el cúmulo de irregularidades detectadas”, añadió el ministro.

Además, analizó con dureza la forma en que el gobernador Verna convocó a esa licitación para la obra que pretendía que fuera su “niña mimada”: incluso aseveró que cuando se eligió a INARCO hubo un “error en la preselección de la empresa ya que la misma no poseía antecedentes en obras de esta magnitud (cuestión que estaba establecida en el pliego como causal de rechazo)”.

El ministro reveló que no hubo proyecto ejecutivo y que en relación a la estructura del techo “apenas había un lineamiento arquitectónico de las formas, sin ningún tipo de cuantía, ni desarrollo... Únicamente existe un ’bosquejo’ carente de las más elementales precisiones técnicas”.