El club de barriletes, Cielos del Taragüí, ayer volvió a darle rienda suelta a sus multicolores "pandorgas" en el cielo correntino. Como hace 15 años, de un modo singular todos los amantes de barriletes volvieron a pedir un mejor mundo y paz en el planeta.
A las 11 estaba previsto que se inicie el vuelo, aunque algunos no pudieron resistir la impaciencia y antes de esa hora inclusive comenzaron a remontar sus dirigibles a dos o cuatro hilos. Por entonces la jornada se presentaba óptima, ya que el viento comenzaba a soplar fuerte desde el Sur y las nubes escondían el calor. Algunas gotas cayeron, pero nadie se movió, parecía que todos predecían que serían gotas pasajeras.
Año a año, los miembros del club se preparan con anticipación para el segundo fin de semana de octubre, en esa fecha sus barriletes vuelven a convocar desde lo alto a que los humanos construyan un mundo mejor y pacífico.
"Como el barrilete es algo que puede sumar desde el abuelo hasta el nieto, estamos una vez más pidiendo para que la paz llegue a todo el planeta, y desde acá no podemos hacer menos, porque queremos que el mundo sea un mejor lugar donde vivir, donde permanecer y eso solo se logrará uniendo las familias", dijo a EL LIBERTADOR Santiago Antonio, presidente de la institución.
Puntualmente, comentó: "Cuando iniciamos este evento eran pocos los que asistían y mucho menos los grandes que remontarían un barrilete; hoy convocamos a toda la familia, y todos participan", señaló Antonio.
Comentó que "lo más importante para que podamos llegar a vivir en un mundo sin muertes violentas debemos unir a la familia, es eso lo que buscamos desde "Cielos Taragüí".
"Cuando comenzamos jamás hubiéramos imaginado que eran tantos quienes querían mejorar el mundo, aunque esto es simbólico porque ello no pasa por juntarnos o organizar una vez al año una actividad recreativa, sino que pasa por que cada uno de nosotros comencemos por respetar al otro, al distinto", manifestó Santiago.
En realidad es la 15ª edición que hacen por la paz en Corrientes, pero muchos de los que forman parte del club trabajaban juntos o remontaban desde mucho antes, inclusive cuando organizan las barrileteadas a lo largo del año llevan las pandorgas que volaron antes o aquellas que están destruidas y no pueden volar, pero todas son expuestas para que quienes se acercan puedan ver distintos modelos y posibilidades inventivas.
Después del medio día el tiempo mejoró y empezaron a llegar más personas con sus barriletes, y sobre la mitad de la tarde gran cantidad de multicolores barriletes comenzaron a volar y continuaron durante toda la tarde allí arriba
Comentá la nota