Se siguen sumando las quejas de vecinos que se sienten perjudicados por el elevado valor del tubo de gas, que en algunos casos se llega a pagar 50 pesos el de 10 kilogramos. El malestar tiene que ver con que es casi tres veces más que el valor de la garrafa social que se puede conseguir a 16 pesos.

En diálogo con EL LIBERTADOR, el defensor de los vecinos, Javier Rodríguez manifestó que no existe regulación ni control de precios en las empresas que llevan el cilindro a domicilio, como así tampoco no hay topes en los almacenes de barrio.

"Lo que es importante remarcar es que continúa vigente el convenio de venta de garrafa social a 16 pesos que se puede conseguir en las bocas de expendio de: Amarilla Gas, Hiper Gas, Simo Gas y Total Gas", indicó.

Agregó que "todas estas empresas tienen subsidios y están obligadas a tener stock disponibles cada vez que los clientes acudan a los depósitos".

Tal como se publicó en la edición del lunes 3, el funcionario aseguró que la disposición se cumple en lugares puntuales y autorizados, aunque no existe regulación acerca de un límite de precio en los comercios externos.

Así está en plena vigencia la Ley 26.020 y sus modificaciones dispuestas por la Ley 26.314, las cuales regulan la venta de garrafa social.

ALTERNATIVA

El Defensor de los Vecinos señaló que para aquellas personas que les queda muy lejos recurrir a las bocas de expendio autorizadas, tienen la posibilidad de acercarse a la delegación municipal de su barrio.

"Otro mecanismo que se está aplicando es la distribución de garrafas sociales en las delegaciones. Cada vecino puede recurrir a la de su zona para consultar el cronograma", indicó.

En la fecha asignada, el vecino tiene que llevar el cilindro vacío y luego -cuando el distribuidor lleve a la sede municipal- retirarlo con el costo de 16 pesos.

Precisó que en estos casos, el encargado de la delegación recibe y acopia los tubos durante la mañana y luego el distribuidor lleva la cantidad justa que se recibió durante la mañana.