El MPN confía en su maquinaria, pero más en la lapicera de Gutiérrez

El MPN confía en su maquinaria, pero más en la lapicera de Gutiérrez

El partido neuquino cree que puede ganar con un 25% y una oposición dispersa. El gobernador pisa la fecha de los comicios. Gremios, un factor de peso.

En la construcción del número mágico que le habilite estirar su permanencia en el poder, la mesa chica del Movimiento Popular Neuquino (MPN) transita lo que queda del año con la prioridad de armar una certera agenda camino a las elecciones del año próximo. Lapicera en mano, sin apuros, desde la cuna emepenista el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, sabe que tiene la llave para complicar a su principal retador, Rolando Figueroa, con una campaña desgastante, de largo aliento. Si define estirar los tiempos para la convocatoria a las urnas, a diferencia de la última elección provincial que en 2019 se llevó a cabo el 10 de marzo, se abrirá un extenso período de negociación en toda la oposición, urgida de certezas para presentarle el giro a su electorado. 

A la espera de internas en varios municipios el próximo 13 de noviembre, donde el sector Azul y la agrupación Azul y Blanca del emepenismo acordaron habilitar franjas para que las candidaturas locales se definan a través del voto, la dirigencia pone toda la estructura estatal a disposición del vicegobernador y candidato Marcos Koopmann y de su compañera de fórmula Ana Pechen. Después de esa fecha, se aceitará aún más la maquinaria que sabe de contiendas complicadas para un partido que ve en descenso el caudal de respaldo en las últimas dos décadas.

Bajándole el precio al escenario cuesta arriba, Gutiérrez y su padrino político, Jorge Sapag, instruyeron a la tropa a desplegarse luego de los comicios internos. Condicionados al acuerdo con el gremio petrolero, los azules apuntan a tocar la fibra histórica de su partido y usufructuar la división opositora, una de las claves del proceso que aparece en el horizonte.

El escenario que pronostican es de tal paridad, advierten, que imaginan al ganador de la contienda en 2023 con 25 o 30% de los votos. La cuenta la dejó trascender el mismo Koopmann, cuando habló con el programa Enfocados. “Néstor Kirchner construyó, con menos de 25%, los últimos cuatro años buenos del país. Lo pudo hacer muy bien. Otros, con más porcentajes, no generaron lo mismo”, comparó el candidato.

En ese tablero imaginario, sus jefes políticos afinan el plan de campaña para una provincia en la que solo se habla de la fractura en el MPN como motor y esperanza de la centroderecha, hoy con perspectiva en el frente “Unidos por Neuquén” que mostró Figueroa hace unos días en la costanera de la capital. La jugada, que movió los cimientos del mundo político, sindical y empresario, construye el camino a cualquier estrategia que permita implosionar el statu quo establecido, para quienes desean correr de escena al partido que fundó el clan Sapag hace seis décadas en Zapala.

Con todo, la oposición no la tiene tan fácil. Pablo Cervi (UCR) insiste con ser cabeza de lista en Juntos por el Cambio (JxC); sin importarle que la mayoría de sus aliados del PRO alimenten la posibilidad de acordar con el exvicegobernador. El diputado no renuncia a lo que inició en el Hotel Hilton y que grafica en su libro. Tampoco le hace mella la ruptura de Carlos Eguía, con quien esperaba reunirse antes de su estruendosa salida de la coalición.

Sobre el empresario radical, en la gobernación neuquina manejan dos teorías. Una primera, que no se bajará y que tiene los fondos para una campaña en soledad gracias a su relación con la Cámara de Fruticultores Integrados (CAFI), espacio de notable peso en la economía de la región del Comahue y del polo exportador frutícola en el Alto Valle. Aunque entienden que, si finalmente JxC decide ir atado al MPN disidente, Cervi podría convertirse en un competitivo candidato a intendente de Neuquén, en lugar del concejal Juan Peláez, quien se lanzó en alianza con sectores afines al kirchnerismo como el partido de Ramón Rioseco. La alternativa sería un problema para Mariano Gaido, el cuarto integrante de la mesa Azul.

De Gaido se espera que traccione los votos de la ciudad. “Le dimos lugares trascendentes”, repiten en el edificio de Roca y Rioja. Como explicó este medio, acerca de la lista a la Legislatura, en ella sobresalen Claudio Domínguez, Ludmila Gaitán y el hermano del gobernador, Gastón Gutiérrez, como trifecta de representación del principal centro urbano.

 

Gabinete a prueba

Al igual que en los últimos meses, donde la conflictividad gremial se transformó en dolor permanente para el gobierno nacional, en Neuquén fue un tema resuelto de antemano. Con un presupuesto 2023 que roza los 800 mil millones, en un notable incremento de la erogación pública atada a la producción de Vaca Muerta, los ministerios a cargo de negociar con estatales y docentes deberán superar la vara de este año.

La bendición del gas y el petróleo genera un desafío para nada menor en el año electoral. De mínima, el Ejecutivo tendrá que prometerle a los sindicatos que la paritaria irá atada al Índice de Precios del Consumidor (IPC), el principal factor que destrabó el conflicto en los calurosos días de febrero con los maestros de ATEN. La instancia pondrá a prueba al encargado de Gobierno y Educación, Osvaldo Llancafilo, uno de los armadores en el interior para el tándem Koopmann-Pechen. En principio, deberá contener el reclamo de un bono para fin de año que ya fue deslizado por ATE, algo que no figura en los planes de Gutiérrez.

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