Cuando la Electrometalúrgica Andina (EMA), con apoyo del gobierno provincial consiguió una tarifa diferencial para la electricidad que le permitió superar un problema de costos y volver a encender sus dos hornos de producción a mediados de diciembre pasado, parecía que veía la luz al final del túnel tras varios años de idas y vueltas. Ahora esa tregua corre el riesgo de diluirse. El menor precio que se logró para la energía de esta planta electrointensiva fue sólo por dos meses -que se sigue manteniendo desde entonces y por otros 45 días más, gracias a un amparo judicial-, pero luego sobrevino el descongelamiento y aumentos de tarifas eléctricas en todo el país y no parece que el Gobierno Nacional acceda otra vez a otorgar tarifas diferenciales a ninguna fábrica en el actual contexto, según informaron fuentes oficiales.

Dada la incertidumbre que genera esta situación, los casi 400 obreros están con el corazón en la boca y han pedido ahora una reunión con el gobernador Sergio Uñac para que les explique el estado de las tratativas, según informó ayer Mario García, secretario adjunto del Sindicato Obrero Químico y Afines que agrupa a los trabajadores de la EMA. ‘’En este momento la empresa ha apagado una de las unidades por falta de ventas y porque también llegó la boleta de electricidad con un alza muy fuerte que no tiene nada que ver con el sobrecosto que se venía cobrando, sino que es un costo nuevo. El 60% de los trabajadores está de vacaciones hasta el próximo 2 de mayo, y a partir de ahí queremos saber qué pasará en el futuro de nuestro trabajo’’, agrego García. ‘’Realmente no sabemos cómo está la situación en este momento, hay incertidumbre porque no se resuelve el tema de la cautelar y la tarifa diferencial y además por una falta de ventas’’, destacó el sindicalista. Tanto desde la empresa como desde el gobierno permanecen en silencio evitando hacer declaraciones mientras siguen las tratativas en la Nación. Las negociaciones no están cerradas -de hecho, viajan funcionarios provinciales periódicamente a reuniones en la Secretaría de Energía de la Nación con directivos de la fábrica de ferroaleaciones- pero no se vislumbra hasta ahora una salida mientras el amparo entró en cuenta regresiva.

Durante años la EMA vino afrontando sobrecostos tarifarios frente a su competidora mendocina Global Metals que pagaba menos por la energía, y recién a fines del año pasado mediante la ayuda del Gobierno provincial logró obtener una reducción tarifaria. Pero tras el sinceramiento eléctrico no se vislumbra una nueva readecuación tarifaria para la fábrica de carburo y ferroaleaciones ubicada en el Parque Industrial de Chimbas. Pese a haber estado en mejor situación, su par mendocina Global Metals también resultó impactada por el tarifazo y luego de un corto periodo de producción en enero apagó sus dos hornos nuevamente y sus directivos enfrentan la posibilidad de terminar sus actividades en la provincia con el despido de sus 150 empleados, según publicó el diario Los Andes.