Coca-Cola EP cerrará la embotelladora de Málaga a finales de año

Coca-Cola EP cerrará la embotelladora de Málaga a finales de año

La compañía trasladará la producción a la planta de Sevilla, su principal instalación en Europa.

La dirección de Coca-Cola European Partners ha comunicado este jueves a los representantes de los trabajadores el cierre de la embotelladora ubicada en Málaga, que tendrá efectos a finales de este año. En ella trabajan alrededor de 80 personas y pertenece a la filial Rendelsur.

Según han informado fuentes de la compañía la actividad que desarrollaba esta instalación, con dos líneas de embotellado, se trasladará a la de Sevilla, que cuenta con 11 líneas y tiene capacidad para producir el 25% del volumen que Coca-Cola European Partners vende anualmente en España, siendo la planta más grande del grupo en toda Europa. Las mismas fuentes indican que las negociaciones con los representantes de los trabajadores comenzarán la próxima semana con todas las opciones sobre la mesa, incluida la opción de recolocar a los empleados afectados por la medida. La intención que muestran desde CCEP es la de alcanzar un acuerdo "lo antes posible". "El compromiso de CCEP es buscar todas las opciones posibles para mantener el empleo en Andalucía y asegurar que mantenemos nuestra capacidad industrial en esta comunidad autónoma", dicen desde la empresa.

La embotelladora desliga la decisión de cualquier impacto sufrido por el Covid-19 en los últimos meses y la explican dentro de un estrategia de mejora de la eficiencia y de las economías de escala dentro de la empresa, y explica que hasta ahora Andalucía era la única región a nivel europeo que contaba con dos instalaciones de embotellado. Según los datos aportados por CCEP, en 2019 la producción en la planta sevillana alcanzó los 130 millones de cajas por los 20 millones de la malagueña.

Con el cierre de esta planta, CCEP pasará a tener siete instalaciones productivas en España, las ubicadas en Coruña, Bilbao, Barcelona, Valencia, Tenerife, Sevilla y Valencia. Además, cuenta con una en Portugal.

Aunque la embotelladora desliga la decisión de los impactos de la pandemia, lo cierto es que esta ha provocado una importante merma en los ingresos de la compañía. En el primer semestre del ejercicio, esta redujo un 75% su beneficio neto hasta 126 millones, con una caída de los ingresos del 16,5%. En el mercado ibérico, del que España supone la gran mayoría de la facturación, esta había caído un 28,5%, y solo en el segundo trimestre el retroceso alcanzó el 48%, castigado por el cierre de la hostelería y por su lenta recuperación una vez reabierta.

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