Claudio Belocopitt cobró el ATP del Estado: radiografía del magnate de Swiss Medical

Claudio Belocopitt cobró el ATP del Estado: radiografía del magnate de Swiss Medical

El multimillonario dueño de Swiss Medical, que este martes cobró su “sueldo” subsidiado por el régimen ATP desde el estado, se autodenomina como un trabajador igual que cualquiera de los empleados de su empresa, en un video que reproducimos. Cinismo sin fin.

 

Según verifica la página web de la Anses, este martes Claudio Belocopitt cobró parte de su sueldo directamente de parte del estado, mediante el régimen ATP (Asistencia al Trabajo y la Producción). También lo hicieron el Vicepresidente de Swiss Medical, Pablo Herman; y el Director General Miguel Blanco.

Claudio Belocopitt, el “empleado” que recibe su sueldo desde el aporte estatal, es una de las personas mas ricas de la Argentina. Según el ranking Forbes que mide la fortuna de los más ricos del mundo, posee un patrimonio valuado en más de 1.000 millones de dólares. No sólo posee el 76 % de las acciones de Swiss Medical Group, la segunda empresa de medicina prepaga más grande del país (con más de 12.000 empleados, un millón de clientes y que ya en 2018 proyectaba ganancias por más de 50.000 millones de pesos).

Este empresario también es un importante accionista del Grupo América y tiene inversiones en el sector agropecuario, así como empresas en Uruguay y Estados Unidos. En el “archivo” del magnate de la salud, consta el “récord” de ser el argentino con más firmas radicadas en paraísos fiscales, como se conoció hace unos años en el escándalo de los Panama Papers.

Belocopitt no solo fue un importante aportante a la campaña presidencial de Mauricio Macri, sino que, aunque crítico del Gobierno de Cristina Kirchner, afirmó en más de una ocasión que en su Gobierno “no le había ido mal”. De los que siempre ganan.

¿El primer trabajador?

En un video que hicieron llegar a este medio trabajadores de la empresa hace algunas semanas, en clave “motivacional” hablaba de que “estos eran momentos difíciles para todo el mundo, pero en particular para nosotros, los trabajadores de Swiss Medical”. Difícil definir si es más cínico que se defina como un trabajador, igual que los enfermeros, médicos o los miles de trabajadores que están en la primera línea contra la pandemia, expuestos al contagio en forma permanente; o que ponga un igual entre “sus dificultades”, con sus millones a cuestas, “no hay duda de que estamos poniendo todo” llega a decir en el video, con la realidad de millones que hoy están privados de ingreso alguno. Dificultades y dificultades. Algunos análisis dan cuenta de que para fin de año el 60 % de los niños en el país estarán bajo la línea de pobreza.

“Los saludo con el corazón” dice, mientras se golpea el pecho, al finalizar el video.

Hace pocas semanas, en relación al régimen de las ATP, afirmaba que esta era “una medida muy mínima para tratar de mantener a la mayoría de las empresas de pie”. ¿Será acaso por este tema de que se considera a sí mismo un trabajador que el estado lo incluyó en la lista de aquellos a quienes hay que ayudar con parte del sueldo?

Cabe mencionar que, como el estado depositó el monto de la ATP luego de que la empresa hubiera pagado los sueldos hace pocos días, el empresario determinó que ese monto, en vez de para pagar parte de los salarios, quedará a cuenta del aguinaldo. El Presidente, sin embargo, había afirmado que aún no estaba en discusión que el estado se fuera a hacer cargo del pago de los aguinaldos de las empresas privadas.

Como se ve, Belocopitt, al igual que Rocca, Perez Companc y todos los demás dueños del país, hace lo que quiere. Pero también queda claro que el Gobierno, lejos de tomar medidas para responder a las necesidades urgentes de gran parte de la población, los sigue bancando. Ahora, hasta les paga el sueldo.

Salud para pocos

Belocopitt ya había dado de que hablar al comienzo de la cuarentena. Fue cuando el ministro de Salud, Ginés González, había llegado a deslizar la posibilidad de avanzar en cierta centralización del sistema de salud. El empresario no dudó en ser el vocero central del lobby de las prepagas y demás empresas, agrupado en torno a la Unión Argentina de Entidades de Salud (fundada por el mismo) y con ayuda de varios medios de comunicación, terreno donde también pisa fuerte como principal accionista del Grupo América.

“La salud privada no se toca”, palabras más o menos fueron el eje de la campaña. Con asco de (su) clase indisimulado, La Nación llegó a titular: “Por qué aquellos que pagan un servicio de salud privado podrían ir a un hospital público”.

La historia es conocida: a los pocos días el ministro retrocedió de sus palabras, sin ninguna intención de enfrentar sus intereses y, en plena pandemia, el estado no contó con esos recursos elementales como es el conjunto del sistema de salud privado para poder integrarlo al público, para hacer frente a la pandemia, que justamente en estos días registra un avance preocupante en el país.

Como se ve, si de salud hablamos, ellos, como siempre, hablan de negocios. Claudio Belocopitt, un “trabajador” muy particular

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