El gobierno municipal trabaja en el diseño de un proyecto para crear una nueva localidad, que se sumará a las 11 en las que actualmente se divide el distrito.
Así lo anunció el propio intendente Humberto Zúccaro, quien adelantó incluso el nombre que tendrá la futura delegación municipal: San Francisco de Asís.
La futura localidad propiciada por el gobierno unirá a cinco actuales barrios pilarenses. Son El Panchito, San Jorge, Carabassa, El Manantial y Los Grillos.
Todos los barrios son limítrofes entre sí y se ubican entre el casco urbano de la ciudad de Pilar y la localidad de Manzanares, accesibles desde la ruta 8.
La idea fue presentada por Zúccaro el jueves, durante el acto de inauguración del nuevo centro de Operaciones Municipal (COM), desde donde se operará la tecnología de seguridad.
La idea le fue sugerida por el cura de la capilla San Francisco de Asís, Gabriel Micheli (ver aparte), que tiene bajo su jurisdicción religiosa a los barrios destinados a la independencia.
El proyecto está siendo elaborado por la Secretaría de Gobierno del Municipio, a cargo de Pablo Martínez. En el área estiman que a fines de la próxima semana estará llegando al Concejo Deliberante, que deberá convertirla en ordenanza, lo que se descuenta que sucederá con la rapidez que requiera la amplia mayoría con la que cuenta el oficialismo en el recinto.
Una vez promulgada la nueva norma, solo restará nombrar un delegado que tenga a su cargo el mantenimiento de la zona y asignarle los recursos correspondientes para que comience a trabajar.
En el cajón
Mientras los vecinos de El Panchito, San Jorge, Carabassa, El Manantial y Los Grillos comienzan a adaptarse a su nueva localidad, en la otra punta geográfica del distrito un grupo impulsa la creación de una delegación.
En total son 29 barrios de la zona de Lagomarsino, Los Cachorros, Del Viso y Manuel Alberti, afectados en parte por el conflicto limítrofe nunca resuelto en la zona.
Sus impulsores pretenden llamarlo Punta Pilar Pueblo y hasta presentaron un proyecto en el Concejo Deliberante tras reunirse con el intendente.
De todos modos, tuvieron hasta ahora menos suerte y la iniciativa nunca prosperó.
El dato
Se estima que la nueva localidad de San Francisco de Asís será creada por ordenanza del Concejo Deliberante antes de fin de año.
12
localidades tendrá el distrito a partir de la creación de San Francisco de Asís, anunciada por Zúccaro.
Perfil
Del banquillo al palco
por Diego Schejtman
d.schejtman@pilaradiario.com
La idea de crear una nueva localidad, anunciada por el intendente Humberto Zúccaro, fue inspirada por el cura Gabriel Micheli. La futura delegación llevará el nombre de la capilla que él comanda: San Francisco de Asís.
Además de consejero, en los últimos tiempos, Micheli se convirtió en una figura habitual en los palcos de actos públicos. De hecho, fue quien bendijo las instalaciones del nuevo Centro de Operaciones Municipal (COM).
Menos recordado es que en 2006, el cura Micheli, entonces de 32 años, enfrentó a la Justicia, acusado por encubrimiento agravado del también sacerdote Napoleón Sasso, preso por abuso sexual contra las nenas que acudían a la capilla San Manuel, de La Lonja.
Micheli había ayudado a Sasso a eludir la Justicia junto a su superior , el ya fallecido José Ramón de la Villa.
De la Villa había ocultado a Sasso en la casa parroquial mientras lo buscaba la policía, mientras que Micheli lo llevó a la casa de un hermano para que saliera de Buenos Aires.
Ambos debían ir a juicio en el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 7 de San Isidro. Les esperaba una posible condena de hasta 6 años de cárcel. Pero sus abogados pidieron la suspensión del juicio a prueba, es decir, evitaron el debate a cambio de realizar una tarea comunitaria.
La audiencia tuvo lugar el 7 de septiembre del 2006. Ambos ofrecieron a los jueces María Coelho, Carmen Tisato y Eduardo Lavenia donar 100 kilos de alimentos al comedor comunitario La Escondida.
Los jueces fueron más generosos. Aceptaron suspender el juicio eximiéndolos del pago con el argumento de que diariamente realizaran tareas comunitarias. El único castigo fue imponerles que fijen residencia y que no violen la ley durante un año.
Ocho años después, la culpa asumida ante los estrados fue absuelta también por la política.
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