Las cinco alarmas que desvelan al Gobierno en los barrios carenciados ante el avance del coronavirus

Las cinco alarmas que desvelan al Gobierno en los barrios carenciados ante el avance del coronavirus

El Presidente recibió un informe detallado de los movimientos sociales donde alertan sobre problemáticas reiteradas en el conurbano y en el interior; la cuarentena obligatoria junto con el avance de los contagios desataron otros problemas

Más allá del compromiso que asumió ante los movimientos sociales para brindar mayor asistencia del Estado en medio de la pandemia del COVID-19 durante la reunión que mantuvo con dirigentes piqueteros y barriales, al presidente Alberto Fernández le quedaron al menos cinco alertas preocupantes de lo que está ocurriendo en los centros urbanos vulnerables de la Argentina con el avance de la cuarentena y el virus.

En el cuaderno que el Presidente anotó cada una de las intervenciones de los dirigentes de movimientos sociales que estaban en Olivos quedaron resaltados llamados de atención que desde el Ministerio de Desarrollo Social que conduce Daniel Arroyo vienen observando en los últimos tiempos en forma coincidente con piqueteros y líderes sociales.

“Tenemos la oportunidad de hacer un sistema más justo y ustedes son actores centrales porque tienen respeto en sus comunidades”, dijo Fernández al cierre del encuentro. Y también destacó que los movimientos sociales “son mis ojos” en los barrios.

De esta manera, para los ojos de muchos dirigentes sociales que caminan los barrios del conurbano, el gran Rosario, villas de la Ciudad de Buenos Aires, del Gran Tucumán o barrios del interior hay muchos datos de la pobreza en aumento que se profundizaron con el aislamiento obligatorio y el avance de contagiados en el país.

Entre estos datos alarmantes que el Presidente tomó nota de los movimientos sociales se pueden prefigurar los siguientes cinco ejes:

1-Desocupación y hambre. Estos son dos ejes que se reiteraron en el encuentro de Olivos y que están atados entre sí. Es que la cuarentena obligatoria generó un parate general del trabajo informal y los jefes de familia en los barrios ven que en muchos casos no puede acceder a la ayuda del IFE que propuso el Gobierno. La conjunción de esto hace que haya falta de ingresos para comer y los alimentos que reparte el Gobierno no dan abasto. De hecho, Arroyo dijo que se incrementó de 8 a casi 12 millones la cantidad de personas que ahora piden alimentos.

“Es un hecho que hay casi 4 millones de personas quedaron afuera del plan IFE que propuso el Gobierno para la economía informal y esto ocurre porque los que deberían tener esa ayuda tienen el mismo domicilio de alguno del hogar que ya recibe un plan”, explicó a Infobae Gildo Onorato del Movimiento Evita.

El líder de la CETEP y amigo del Papa, Juan Grabois, también se quejó de este tema ante el Presidente y pidió una “urgente” atención del tema. Hasta ahora se anotaron en el IFE más de 12 millones de personas, pero lo recibieron 8 millones y se estima que hay unos 4 millones que están totalmente afuera de esa ayuda.

Hay varios grupos de sectores vulnerables que no se vieron aun beneficiados con los 10.000 pesos del IFE, como muchos beneficiarios de planes sociales, familias que no tienen el domicilio actualizado o que tienen nuevas familias, hogares con un jubilado y familias con un hijo en blanco que vive en el mismo domicilio.

2-Discriminación. El otro tema que surgió en reiteradas oportunidades en los reclamos al Presidente de parte de los movimientos sociales fue la llamativa discriminación que se ve en muchos barrios cuando los vecinos se enteran de que alguien se contagió el COVID-19.

En este sentido, se mencionó un caso llamativo que se dio la semana pasada en Villa Inflamable de Avellaneda, donde una familia sufrió casi un linchamiento social porque uno de sus miembros se contagió el virus. “El miedo actúa sin pensar en la gente y genera una fuerte discriminación que es alarmante y debemos tomar en cuenta”, destacaron en este sentido dos piqueteros que fueron a Olivos.

Arroyo dijo que se incrementó de 8 a casi 12 millones la cantidad de personas que ahora piden alimentos.

3-Violencia de género. Las dirigentes Dina Sánchez (Frente Popular Darío Santillán) y Jaki Flores (CETEP) hicieron un fuerte llamado de atención a un problema que va en aumento en los barrios con el encierro social y es el incremento de la violencia de género.

En este sentido, desde el Gobierno expresaron a Infobae que el presidente Alberto Fernández quedó impactado con estos testimonios y requirió incrementar el presupuesto del Ministerio de la Mujer para que haya una mayor atención a esta problemática.

4-Drogas y abstinencia. La cuarentena obligatoria generó en los barrios lo que llamó uno de los dirigentes de movimientos sociales la “desconfiguración del mapa del narcotráfico”. Es decir, ante una mayor presencia policial en las calles para controlar el aislamiento, menor consumo porque la gente no sale y escaso dinero para comprar resultaron ser en los últimos tiempos un cocktail explosivo para aquellos que sufren la abstinencia de drogas y no pueden consumir.

Por caso, los Hogares de Cristo que llevan adelante los curas villeros como pepe Di Paola o Toto De Vedia se vieron en la necesidad de cerrar su puertas en muchos barrios por la cuarentena y la gente no puede acudir allí para tratarse por consumo de drogas. Los centros de atención Casa Pueblo del Movimiento Evita o Vientos de Libertad del MTD, por ejemplo, ya no dan abasto para contener a los jóvenes en estos momentos que llegan con graves problemas de adicción.

5-Inseguridad. En muchos barrios empieza a crecer el temor en la gente por problemas de inseguridad. Se trata de robos en las casas para buscar alimentos o dinero. Este es un tema recurrente que se menciona en las charlas de los dirigentes barriales.

El ministro de Desarrollo Social planteó que el programa “El barrio cuida al barrio” que acaba de lanzar el Gobierno en el conurbano bonaerense apunta a que haya mayor presencia de dirigentes sociales que atiendan la problemática de higiene y alimentación por el avance del COVID-19 pero también que alerten a la policía ante hechos de robos e inseguridad ciudadana.

Carlos Alderete de la CCC expresó que confiaba en que el Gobierno flexibilice la cuarentena para reactivar las economías populares y las pequeñas obras de saneamiento a fin de reactivar la economía de los sectores más desprotegidos.

En este sentido, al igual que otros sectores, se percibe que los alimentos no llegan a los barrios y que hay necesidad de mucha gente de salir a robar para comer.

Desde la CCC también alertaron al Presidente que en varias localidades de las provincias de Formosa, Misiones, Mendoza, San Luis, Corrientes, Chaco, Santa Fe, Jujuy, San Juan,Río Negro, Neuquén y Entre Ríos están sufriendo problemas de abastecimiento de alimentos los barrios carenciados.

La falta de alimentos se vio complicada en los últimos tiempos, admiten en el Gobierno, por el escándalo de la compra de alimentos con sobreprecios que obligó a Arroyo a redefinir todo el sistema de compras y frenó la entrega de comida en muchos barrios.

A estos problemas de inseguridad se le añade un fuerte malestar en los barrios porque muchas familias no pueden salir a visitar a sus hijos en las cárceles donde se encuentran cumpliendo condena. De hecho, este fue uno de los reclamos que se vieron ayer en el motín de Devoto.

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