Cierre de campaña en Chile, con un fuerte llamado a votar

Cierre de campaña en Chile, con un fuerte llamado a votar
La socialista Bachelet y la oficialista Matthei salieron a pedir una alta participación.
Las dos aspirantes a la presidencia de Chile, la socialista Michelle Bachelet y la conservadora Evelyn Matthei, cerraron ayer sus campañas con un fuerte llamado a votar en la segunda vuelta del domingo, aunque el voto no sea obligatorio.

Con un mensaje de cambio hacia una sociedad menos desigual, Bachelet llevó a una multitud al Estadio Nacional de Santiago, mientras Matthei concentraba a sus partidarios en Temuco, casi 700 kilómetros al sur, y les pedía confiar en que aún puede ganar. “Si ganamos, esto es lo mismo que David contra Goliat, va a ser un milagro”, reconoció la candidata oficialista a la radio Bío Bío.

Tras obtener el 25,1% de los votos el 17 de noviembre, Matthei predicó con el “sí se puede” y convocó a la gente a sumar 1+1: que cada uno de sus adherentes lleve al menos a un familiar o amigo a las urnas. El gran temor, para ambas candidatas, es que se repita la altísima abstención de la primera vuelta.

Bachelet, en tanto, apuntó a cosechar más apoyos para conservar y aumentar el 46,7% de votos de la primera vuelta. El “Chile de todos” se transformó en “Todos con Michelle”, con el visto bueno de sectores como la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). Los caballitos de batalla de la ex presidenta son la reforma tributaria, el avance progresivo hacia una educación pública, gratuita y de calidad y dotar a Chile de una nueva Constitución.

“Ya voté por ella y voy a votarla otra vez, es muy bueeeena”, resume Héctor en la puerta de su panchería de Peñalolén, un barrio popular de Santiago. Acaba de pasar el “Bachemóvil”, un camioncito reformado al estilo papal (pero sin vidrio) en el que Bachelet recorrió el país. Los taxistas saludan con bocinazos y algunos seguidores agitan banderas al paso de la candidata. Algunos se sacan una foto con ella, un gusto que Bachelet da a sus seguidores con calidez.

Aunque las dos candidatas se movieron todo el tiempo, las últimas semanas de campaña tuvieron muy baja intensidad.

Ni siquiera los debates (uno por radio, otro por TV) lograron vencer la apatía y la falta de épica de unas elecciones tan cercanas a la Navidad y que parecen ya ganadas por Bachelet. Matthei intensificó sus apelaciones a la clase media, hablando de la importancia de “premiar el esfuerzo” y alertando, como hicieron varios ministros de Sebastián Piñera, del “peligro” de las propuestas reformistas de la ex presidenta.

“Está equivocada la Cepal, la reforma tributaria que propone la Concertación sí afecta a la economía y el empleo”, destacó Matthei ayer. Un día antes, la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina, Alicia Bárcena, había señalado que la desaceleración de la economía chilena responde al “contexto externo” y que “puede ser positivo” que se aumenten impuestos a empresas.

“Es la misma campaña del terror revestida, antes eran más burdos”, dijo a Clarín el ex precandidato presidencial Claudio Orrego (Democracia Cristiana). “Todos los técnicos dicen que la desaceleración estaba prevista, no puede ser culpa del programa de Bachelet”.

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